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Un mercado inmobiliario cambiante

Poco más de diez años después de la gran crisis mundial, una crisis que no ha perdonado al mercado inmobiliario en España y sus islas mediterráneas, parece que el negocio está más boyante que nunca. Y especialmente en Menorca, la vecinita de Mallorca Aunque puede que la pandemia haya frenado por un tiempo el deseo de la gente de irse a otros lugares, no cabe duda de que la inversión extranjera -ya fuerte durante la última década- está jugando a favor del mercado inmobiliario menorquín. Desde principios de la década de 2020, los precios han ido subiendo de forma lenta pero segura. Hay que decir que, a diferencia de las otras islas Baleares, los precios de chalets, pisos y otros edificios rurales en el centro de la isla aún no habían atraído a los inversores extranjeros. Pero la tendencia está cambiando desde hace algún tiempo. Y es una apuesta segura que las viviendas de Menorca acabarán alcanzando los desorbitados precios de las de Mallorca o Ibiza. Por el momento, las propiedades de Menorca ofrecen la mejor relación calidad-precio de las Islas Baleares, con un precio generalmente entre un 15 y un 20% inferior al de Mallorca o Ibiza (y eso sin mencionar las residencias en primera línea de playa, donde las propiedades menorquinas son hasta un 60% más baratas que en Ibiza, y hasta un 50% más baratas que en Mallorca). En Menorca, el precio medio de la vivienda ronda los 2.300 euros por metro cuadrado, frente a los 5.000 euros por metro cuadrado de Mallorca y los 7.000 euros por metro cuadrado de Ibiza. Y Menorca alberga una gran variedad de propiedades repartidas por toda la isla, desde pequeños pisos en el centro de la ciudad hasta elaborados palacios, casas de campo o cabañas junto al mar. En resumen, ¡parece que sigue siendo un buen momento para invertir en Menorca!

El origen de las inversiones también está cambiando. Durante muchos años, los británicos fueron los principales inversores extranjeros en Menorca, pero recientemente una nueva nacionalidad se ha ido interesando de forma constante por el mercado inmobiliario menorquín: ¡los franceses! Desde hace algún tiempo, Menorca es el nuevo Eldorado del mercado francófono. Y el tipo de propiedad que adquiere esta nueva clientela tiende a situarse en la gama alta del mercado: el 60% de las transacciones inmobiliarias superiores a 600.000 euros en Menorca en los últimos años han sido realizadas por compradores franceses. Ya se trate de una segunda residencia o de la puesta en marcha de un negocio hotelero, como una casa rural o un hotel boutique, lo que compran suele ser una propiedad de gran calidad. Los codiciados llocs (antiguas casas de campo típicas menorquinas que suelen encontrarse en el centro de la isla), por ejemplo, se están transformando en encantadoras casas de campo. En Maó y Ciutadella, en particular, los franceses se decantan por edificios históricos en el centro de las ciudades: les gustan los palacetes y otras casas señoriales, que restauran y convierten en viviendas o alojamientos de lujo (a veces de gran categoría, como el hotel-restaurante Relais & Châteaux Faustino Gran, en Ciutadella). La isla alberga lujosos grupos hoteleros francófonos como Group Fontenille, Experimental Group y Group Zannier Hotels, así como establecimientos más pequeños y chic como los hoteles boutique El Consul y Ses Penyes. Sin embargo, como Menorca no es un territorio enorme (unos 700 km²), la cantidad de propiedades disponibles es limitada A esto se añade el hecho de que la isla siempre ha hecho de la preservación de su medio ambiente y de sus frágiles ecosistemas una prioridad. En consecuencia, las normas de construcción, sobre todo en las zonas rurales, son bastante estrictas.

Un pequeño rincón del paraíso

Hay muchas buenas razones para elegir Menorca como segunda residencia. En primer lugar, su proximidad a Francia. Es muy fácil llegar a la isla desde Francia, ya sea en avión (aeropuerto internacional de Maó) o en ferry (puertos de Ciutadella y Maó). En segundo lugar, el clima de Menorca es extremadamente agradable. Durante la temporada estival, que va de abril a septiembre/octubre, no se cansará de disfrutar del aire libre Con temperaturas de 30°C y una increíble cantidad de sol, los veranos son largos y secos La primavera y el otoño son especialmente suaves El invierno también es suave. Es cierto que los días son más cortos, pero no menos luminosos

Otro argumento de peso es que Menorca es una zona relativamente poco urbanizada, que recuerda los paisajes mediterráneos de hace cincuenta años. Nada de bloques de pisos, tan típicos de las estaciones balnearias españolas sin encanto, nada de grandes discotecas, nada de turismo de masas... Mientras que Ibiza y Mallorca decidieron adaptar sus infraestructuras al turismo de masas en los años sesenta, ofreciendo paquetes todo incluido y construyendo a una velocidad de vértigo sin preocuparse demasiado por el impacto paisajístico y medioambiental, Menorca ha conservado cierta sobriedad turística. Así, mientras Mallorca recibe 10 millones de visitantes al año, Menorca sólo recibe un millón. E incluso en pleno verano, la temporada turística por excelencia, la isla no sufre masificaciones. En definitiva, esta elección estratégica ha dado sus frutos: hoy, bucólicas llanuras agrícolas, auténticos pueblos pesqueros, playas vírgenes y calas bañadas por aguas cristalinas conforman el paisaje de Menorca, ¡un auténtico diamante en bruto! De hecho, Menorca fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993, gracias a la hermosa conservación de la naturaleza y a la riqueza de sus ecosistemas. La isla también es conocida por la belleza de sus playas, desde las del sur (Cala Mitjana, Turqueta o Macarella) hasta las zonas más salvajes de la costa norte (bahía de Es Grau o Favaritx) y por su Cami de Cavalls, un sendero natural que rodea la isla y es frecuentado por jinetes, corredores, ciclistas y excursionistas. Sí, Menorca es una isla al aire libre con mucho que hacer

Por último, Menorca es una isla especialmente tranquila, donde la relajación está a la orden del día. No hay el glamour y la gente guapa de Ibiza: la vida aquí es mucho más corriente y tranquila, ¡mucho más auténtica! Pero también es un lugar donde se puede disfrutar de buena comida y refinamiento. Basta con visitar las boutiques de interiorismo y moda y las galerías de arte y artesanía de Maó y Ciutadella, visitar los mercados artesanales o echar un vistazo a las cartas de los restaurantes de la isla para comprobarlo. Mención aparte merecen los viñedos, quesos, licores y otros productos gourmet. ¡Menorca sabe vivir bien! ¿Y qué decir de la programación artística y cultural que marca el paso de las estaciones?

La inmobiliaria menorquina en el punto de mira en 2023

Veamos más de cerca el estado actual del mercado inmobiliario de Menorca en 2023. Para ello, la agencia local Bonnin Sanso, líder en el mercado inmobiliario de Menorca desde hace más de 35 años, ha comparado sus cifras para 2023 con las de 2022. Las cifras dicen mucho de las tendencias actuales. Parece que 2023 ha sido un año excepcional: la agencia ha realizado nada menos que 300 transacciones, por un valor total de 80.000.000 de euros, consolidando su posición como actor clave en el mercado inmobiliario. El valor medio por transacción en 2023 se situó en torno a los 275.000 euros.

En detalle, los inmuebles de menos de 100.000 euros representaron el 14% del total, mientras que la parte de las transacciones entre 100.000 y 300.000 euros disminuyó (del 56% al 51%), la de las compras entre 300.000 y 500.000 euros se estancó en el 16%, mientras que la parte de las ventas de inmuebles de más de 500.000 euros aumentó del 14% al 18%.

En cuanto al origen nacional de los compradores, en 2023 el 61,7% son españoles (frente al 62,8% del año anterior), el 13,5% británicos (frente al 9,6% de 2022) y el 12% franceses (estable), mientras que el número de alemanes que compran baja del 5,3% al 4,3%. El 3,2% restante son compradores de varias nacionalidades, entre ellos estadounidenses y belgas.

En términos de ventas, los españoles encabezan la lista con un 73,2%, aunque esta cifra es ligeramente inferior a la de 2022 (76,5%). La proporción de británicos que venden en 2023 ha aumentado hasta el 20,3% (frente al 16,2% de 2022), mientras que los alemanes se mantienen en tercer lugar con un sólido 2%. Los otros vendedores (4,5%) son franceses, italianos y holandeses.

El tipo de propiedad vendida también ha cambiado. Las ventas de pisos cayeron ligeramente, del 48% al 44% del total de transacciones inmobiliarias, mientras que las ventas de chalets aumentaron del 16,2% al 18,3%. También se observa un aumento significativo de las ventas de locales comerciales, que pasan del 4% al 6,7%. Por último, el 31% restante correspondió a fincas o edificios comerciales.

Bonnin Sanso, la agencia de referencia en Menorca

Fundada en 1988 por el empresario Juan Torres, la inmobiliaria Bonnin Sanso se ha convertido en la agencia inmobiliaria de referencia en Menorca. Con 35 años de experiencia a sus espaldas, su profundo conocimiento del mercado y de sus principales actores son los principales activos que le han permitido destacar un año más. Su otra baza: un equipo que escucha a sus clientes y que no duda en asesorarles (cuenta con una decena de agentes francófonos) tanto en reformas como en construcción, así como en mantenerles al día de las últimas tendencias inmobiliarias. Compra, venta, alquiler, actividades comerciales, nueva construcción, asesoramiento... Bonnin Sanso ofrece una gama de servicios completa y muy útil para los futuros nuevos residentes de Menorca Algunos miembros del equipo llevan aquí más de veinte años, movidos por la pasión y el interés genuino por el sector inmobiliario menorquín y por el deseo de encontrar la propiedad que mejor se adapte a los gustos y presupuestos de sus clientes. Son capaces de proporcionar un servicio personalizado que se adapta a los cambios del mercado, así como a los deseos y necesidades de los compradores/alquiladores. En resumen, ¡un socio de confianza del que no podrá prescindir!