Agricultura: un sector en el corazón de la economía

Desde 1963, la economía camerunesa ha experimentado profundos cambios para impulsar sus diversos sectores productivos. Pero la agricultura, presente en todas las regiones de Camerún y que se beneficia de la variedad de climas y suelos, sigue siendo la base de esta economía. Garantiza la autosuficiencia alimentaria del país en un 95%, da empleo a la mayoría de la población y sigue representando casi el 50% de los ingresos de exportación.

El plátano. El cultivo del plátano se desarrolló en Camerún a principios del siglo XX, concretamente en 1907, bajo influencia alemana. Concentrado inicialmente en la región de Buéa y Limbé, se extendió luego a otras partes del país durante las ocupaciones británica y luego francesa. En la actualidad, la industria bananera camerunesa emplea a más de 50.000 personas y es el segundo mayor empleador del país. Con 300.000 toneladas exportadas cada año, el plátano es uno de los principales productos de exportación de Camerún, y contribuye en un 6% al PIB del país. Sus principales competidores son los plátanos de América Latina y el Caribe, pero también los de Costa de Marfil, más cercanos. Camerún sigue siendo el primer exportador de plátanos de los Estados de África, el Caribe y el Pacífico. Baste decir que este sector de la economía del país está realmente en racha Y sólo Francia representa casi el 90% de las exportaciones camerunesas de plátanos.

El cacao. Desde la independencia y hasta principios de los años 90, el gobierno fijaba los precios. Esto tenía sus inconvenientes, pero también sus ventajas, ya que los productores conocían de antemano el precio exacto al que se compraría su cacao. Desde 1991, el sector del cacao y el café está gestionado por la ONCC (Office national de cacao et de café, brazo secular del Estado) y el CICC (Conseil interprofessionnel du cacao et du café, órgano consultivo de los operadores privados). Junto a ellos, evolucionan diversas estructuras locales y organizaciones internacionales. Camerún ocupa actualmenteel 5º puesto mundial en producción de cacao, que representa el 4,5% de la producción mundial. El cultivo del cacao ha evolucionado considerablemente en las últimas décadas. Se ha modernizado, exigiendo cada vez más conocimientos y adaptación a las nuevas técnicas.

El café. Camerún produce tanto Robusta, la variedad más importante, cultivada en las regiones del Oeste, Este, Sur y Litoral, como Arábica, cultivada principalmente en la región alta del Oeste, donde los cultivadores se agrupan en cooperativas en torno a la UCCAO (Union centrale des coopératives agricoles de l'Ouest). La producción se exporta a Europa, con Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido a la cabeza. El Arábica camerunés es de muy alta calidad, pero los rendimientos siguen siendo bajos, debido principalmente al envejecimiento de las plantaciones y a la falta de recursos de los cultivadores.

Algodón. Al algodón le gustan las tierras secas, por lo que se encuentra en el norte del país, donde es una de las principales fuentes de riqueza agrícola. Su cultivo comenzó en los años cincuenta. La producción de algodón (algodón en rama o en fibra) emplea actualmente a más de 3.000 personas. Desde 2006, la producción de algodón ha experimentado una montaña rusa, pero en la temporada 2018-2019, la producción volvió a los niveles anteriores a la crisis, con 320.000 toneladas producidas a nivel nacional. El algodón sigue siendo esencialmente un cultivo a pequeña escala.

Gnetum. El gnetum, también conocido como gnète, es un problema económico importante para la agricultura camerunesa. Esta planta trepadora, cuyas hojas se comen mezcladas con otras verduras (se prepara una salsa con aceite de palma o de cacahuete) y pueden acompañar a la carne o el pescado ahumados, es objeto de un comercio creciente con Nigeria, que importa casi 3.000 toneladas al año. Se cultiva y exporta desde Idenau, un pueblo pesquero de la costa, y Campo, en la provincia del Sur, cerca de Kribi. La demanda de Nigeria (donde el cultivo intensivo y la deforestación han acabado prácticamente con el cultivo) ha hecho subir los precios. El gnetum se conoce como eru u okok. Esta hortaliza se ha convertido en moneda de cambio para los agricultores del sur del país. Las exportaciones son masivas, a precios con los que los agricultores cameruneses sólo pueden soñar, a pesar de que el gnetum se vende por 6 veces más en Nigeria y Gabón y 20 veces más en Europa.

Otros recursos económicos del país

Silvicultura. Los bosques cameruneses cubren un tercio de la superficie del país y las especies que crecen en ellos son muy variadas (cerca de 300 especies diferentes, entre ellas caoba, ébano, sipo, iroko, azobe e ilomba). Sin embargo, la tala supone una amenaza para el desarrollo sostenible del país. Cerca del 80% de los bosques tropicales del país se talan, a menudo ilegalmente, y las previsiones predicen que este recurso se destruirá en los próximos años si no se modifican rápidamente los métodos de tala. Para controlar la tala, el gobierno ha creado dos organismos competentes, la Onadef (Office national de développement des forêts) y el Minef (Ministère de l'Environnement et des Forêts). Desde 2001, la tasa de deforestación se ha fijado en el 0,6% anual, es decir, 20.000 ha al año, y la Onadef trabaja para regenerar la cubierta forestal mediante la plantación de árboles; cada año se reforestan unas 1.000 ha. El sector forestal contribuye en gran medida a la formación bruta de capital, representando el 6% del PIB, con un volumen de negocios estimado en más de 400.000 millones de francos CFA al año, sólo por detrás de las materias primas y el petróleo. Europa (Francia, Alemania, Italia y España) es el principal comprador de madera camerunesa.

La pesca. A pesar de los 400 km de costa de Camerún y sus numerosos lagos y ríos, la pesca, tanto tradicional como industrial, sigue estando poco desarrollada. Los principales puertos del país son Douala, Limbé y Kribi, y la pesca artesanal representa el 90% de la actividad del sector. La pesca fluvial o lacustre se concentra principalmente en el norte del país, en el lago Chad y los ríos Chari y Logone, dos de los lagos más ricos de África.

Varios problemas siguen impidiendo el desarrollo de la industria pesquera. En primer lugar, el sector carece de recursos suficientes, ya que los pescadores jóvenes no pueden permitirse comprar un barco bien equipado. Se ha creado un programa de ayuda a través del Fondo de Desarrollo de la Pesca Marítima, pero los resultados siguen siendo escasos, y el potencial piscícola de las principales cuencas hidrográficas del país no se explota como debería.

El segundo gran problema al que se enfrenta la industria pesquera es el transporte, ya que la red de carreteras y ferrocarriles y la falta de camiones frigoríficos hacen que el pescado fresco no pueda comercializarse de forma fiable. Por ello, el pescado se seca o se ahúma para facilitar su conservación.

Industria. Camerún cuenta con industrias metalúrgicas (siderurgia, producción de aluminio con ALUCAM), químicas (plásticos, jabón, cemento, pinturas y colas, etc.), cerveceras (Brasseries du Cameroun pertenece al grupo Castel), textiles, forestales y agroalimentarias (que representan alrededor del 50% del volumen de negocios del sector industrial) y, por supuesto, petroleras. El país también cuenta con importantes recursos naturales y energéticos, aunque a menudo estén infraexplotados: agua (que se utiliza, entre otras cosas, para generar electricidad), petróleo (explotado principalmente en la región de Limbé, donde se encuentra el yacimiento marino de Río del Rey, y en las cuencas de Douala y Kribi), gas natural (Camerún posee enormes reservas estimadas en más de 100.000 millones dem3), así como mineral de hierro, bauxita, rutilo, estaño y oro. La construcción del oleoducto Chad-Camerún supone un gran impulso para el empleo local y el sector de la construcción. Desde 2010, se han puesto en marcha varios proyectos importantes para impulsar el sector industrial del país. Entre ellos figura la energía. El país ha mejorado sus instalaciones energéticas, sobre todo con la construcción de centrales térmicas (Yassa y Limbé). La central térmica de Kribi y las presas del río Sanaga podrían convertir a Camerún en uno de los mayores productores de energía de África (con una producción nacional de energía equivalente a más de 2.000 megavatios), lo que le permitiría exportar su energía a Chad.

Comercio exterior. Los puertos cameruneses mueven entre 4 y 5 millones de toneladas de mercancías al año. El puerto de Douala sigue siendo el principal punto de entrada y salida de mercancías, y sirve de salida marítima para países como Chad, la República Centroafricana y el norte del Congo. Los otros tres grandes puertos de Camerún son Limbé, Kribi (dedicado principalmente al comercio de madera) y Garoua, en el norte (puerto fluvial cuya principal actividad es el comercio de fertilizantes y algodón). El puerto de aguas profundas de Kribi puede acoger barcos de hasta 100.000 toneladas, mientras que el actual puerto de Douala está limitado a buques de 15.000 toneladas. Esto modificará considerablemente el horizonte económico del país, que aspira a convertirse en una plataforma clave para el comercio con los países de la subregión y de todo el mundo.

El ferrocarril, muy poco desarrollado, se utiliza poco para el transporte de mercancías (salvo en la línea Yaundé-Ngaoundéré). Casi todo el tráfico nacional se realiza por camión, a pesar del mal estado de las carreteras y la insuficiencia de la red.

Junto con los países vecinos, Camerún participó en la creación y el desarrollo de la CEMAC (Comunidad Económica y Monetaria del África Central), que nació en Yamena (Chad) en 1994. Los países implicados en esta nueva organización subregional son Camerún, Chad, la República Centroafricana, Guinea Ecuatorial, Gabón y Congo. En las cumbres de la CEMAC, los dirigentes de los 6 países miembros han planteado cuestiones fundamentales, como la insuficiencia de las comunicaciones por carretera y ferrocarril y de las infraestructuras de transporte, verdadero obstáculo para el desarrollo del comercio transfronterizo. Las obras de las carreteras troncales Douala-Bangui y Douala-N'Djamena son una de las principales iniciativas que la CEMAC lleva impulsando desde 2012.

A pesar de un PIB elevado (en comparación con la zona CEMAC), unas exportaciones de más de 5,7 billones de francos CFA y unas importaciones de 9 billones de francos CFA, el comercio exterior se ha visto muy afectado por la crisis sanitaria de Covid-19.

Emergence 2035: una carrera contrarreloj

Desde hace unos diez años, el objetivo declarado es situar a Camerún en la vía de la emergencia de aquí a 2035. El Gobierno se enfrenta a algunos retos importantes, a saber, aumentar la producción energética del país para hacerlo autosuficiente y poder exportar electricidad a países vecinos como Chad (apertura de las centrales térmicas de Limbé y Yassa).

Las obras de la central de Mem'vele y del desvío del gasoducto comenzaron el 3 de agosto de 2012, y también se ha iniciado la construcción de la presa de Lom Pangar, que depende de ella. Mediante la regulación del río Sanaga, Camerún podría beneficiarse de un importante potencial hidroeléctrico (hasta 3.000 MW).

Invertir en infraestructuras y en el transporte de mercancías y personas es uno de los principales objetivos del gobierno. Una de las prioridades anunciadas es mejorar el acceso a la educación, sobre todo en las zonas rurales del país. La educación se considera un factor clave para el crecimiento y el desarrollo económico del país.

Desarrollar el sector agrícola, estrechamente vinculado al acceso al agua. Con la creación de Camwater, el gobierno pretende ofrecer mejores servicios urbanos y rurales. En este contexto, se ha dotado a Douala de una nueva planta de producción de agua potable con una capacidad de 50.000m3/día.

La promoción del turismo es también uno de los ejes de desarrollo destacados por el Gobierno para alcanzar su objetivo 2035. Tras la crisis sanitaria de Covid 19, el país retomó los proyectos anunciados en este ámbito, y la organización de la Copa Africana de Naciones 2022 ha revitalizado sin duda este sector.

El refuerzo de la buena gobernanza y la lucha contra la corrupción son también parte integrante de las medidas anunciadas en septiembre de 2023 por el Presidente Paul Biya, con el objetivo de lograr la transparencia y el respeto de los proyectos de modernización emprendidos por los poderes públicos y un entorno político estable.

Tras la pandemia y la inmersión en una crisis de combustible en 2021, que está teniendo un gran impacto en el avance del país hacia sus grandes retos, se sigue hablando del objetivo de emerger en 2035. Pero el contexto actual plantea interrogantes sobre este objetivo, que adquiere aires de carrera contrarreloj. Estos factores influyen considerablemente en el ritmo de ejecución de los proyectos y las inversiones, lo que lleva al FMI a revisar constantemente sus estimaciones de crecimiento global.