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Los vestigios de ocupación humana en Camerún se remontan al Paleolítico, antes de la migración gradual de las poblaciones del norte al sur.

Fue en la zona de Grass Fields (también conocida como pradera, una vasta región de sabana de tierras altas volcánicas que se extiende por las regiones del Noroeste y el Oeste) donde aparecieron los primeros asentamientos bantúes, uno de los principales grupos étnicos del país. Al mismo tiempo que los bantúes se asentaban en el sur del país, pueblos migratorios procedentes de Sudán llegaban al norte, convirtiendo Camerún en una zona de contacto entre distintas civilizaciones.

La noción de historia está íntimamente ligada a la escritura, y el primer texto que menciona el "Carro de los Dioses", nombre dado al monte Camerún por los exploradores del norte de África, data del siglo^V antes de Cristo. Fue Hannon, el explorador y navegante cartaginés que recorrió la costa africana a través del estrecho de Gibraltar, quien escribió un relato al respecto en fenicio, hallado en un templo de Cartago. La historia de Camerún está sobre todo ligada a la llegada de diferentes oleadas de colonizadores, y puede remontarse a través de los vestigios, grabados y monumentos que dan testimonio de estos pasos.

Las civilizaciones sudanesas se desarrollaron sucesivamente por todo el norte de Camerún, alrededor del lago Chad. Fue en esta parte del país donde se extendió progresivamente la religión islámica, encabezada por el imperio Kanem-Bornou a partir del siglo ^VIII. Fue también a mediados del ^siglo VIII cuando arraigaron los primeros grupos fulani (también conocidos como foulbés) también de fe islámica y originarios de Nigeria. La influencia de estos jinetes se extendió desde las montañas de Mandara hasta el sur de Adamaoua y sus espesos bosques tropicales, intransitables a caballo.

Los europeos comenzaron a navegar por la costa africana, empezando por los portugueses. Fueron los primeros exploradores, antes que los primeros colonos, quienes vincularon la historia de Camerún a la de Europa.

El navegante Fernando Poo consiguió remontar el estuario del Wouri (cerca de Douala). Fue al cruzar el Wouri cuando le llamó la atención la abundancia de gambas en las aguas del río, al que bautizó como "Rio dos Camarões ", que significa simplemente "río de las gambas" en portugués. Con el tiempo, con la llegada de otros pueblos y la influencia de otras lenguas, Rio dos Camarões se convirtió en Camerún.

A pesar de algunos puestos comerciales portugueses (donde se intercambiaban sal, telas, alcohol y armas por oro, marfil y aceite de palma) y del desarrollo de las poco gloriosas actividades de los traficantes de esclavos (que comerciaban sobre todo con los jefes de las tribus costeras), el país despertó relativamente poco interés entre los europeos.

El Tratado de Tordesillas convirtió África en coto exclusivo de los portugueses.

En 1641, los portugueses fueron expulsados por los holandeses.

Los holandeses, a su vez, dieron paso a los ingleses en 1732, en un momento en que luchaban contra el tráfico de esclavos en el golfo de Guinea. Los occidentales estrecharon los lazos que habían ido forjando poco a poco con la etnia bamilékés, formada por multitud de jefaturas en el oeste del país. Pero fueron sobre todo los doualas, asentados en torno a la desembocadura del Wouri (dieron su nombre a la mayor ciudad del país, hoy capital económica de Camerún), quienes abrieron poco a poco la puerta a la conquista colonial europea, inicialmente por los alemanes.

En el norte estallaron numerosos conflictos y los ataques de norte a sur no dejaron de aumentar.

En el oeste, los bamouns y los bamilékés resistieron los ataques de los foulbés, dividiéndose poco a poco en grupos dirigidos por numerosos lamibé (plural de lamido, jefes musulmanes) que acabaron luchando entre sí.

A lo largo de la costa africana, desde África Occidental hasta África Austral (comercio triangular), tuvo lugar un importante tráfico de esclavos, y el primer tratado que prohibía este vergonzoso comercio fue firmado en 1840 por los reyes Akwa y Bell de Douala y el gobierno británico.

Por todas estas razones, Camerún experimentó importantes movimientos de población.

La colonización alemana comienza en la costa, donde los primeros comerciantes alemanes, aceptados por los doualas, instalan su primer puesto comercial.

El Imperio Alemán decidió desarrollar sus colonias. El clima de entendimiento que reinaba entre los alemanes y los habitantes de Douala (a su vez decepcionados por la negativa británica dos años antes de establecer un protectorado sobre Camerún) propició el establecimiento del tratado germano-doualés, firmado entre dos compañías comerciales alemanas y dos jefes de Douala.

Desde una base inicial en la región de Wouri, los alemanes extendieron gradualmente su control a todo Camerún.

Primero establecieron su capital en Buéa (el palacio del gobernador Von Putkamer sigue allí hoy en día para dar fe de ello), huyendo del duro clima de la costa por el clima más suave (pero no menos húmedo) de las laderas del monte Camerún.

Sin embargo, tras varios terremotos y erupciones volcánicas, se resignaron a abandonar Buéa y fundaron una nueva capital en Yaundé. A esto siguieron negociaciones con los británicos con vistas a consolidar el protectorado alemán sobre Camerún, así como intercambios de otros territorios con los franceses a cambio de la no intervención alemana en Marruecos.

Durante la Primera Guerra Mundial, Camerún se convirtió en una colonia de facto administrada por Francia.

Tras el final de la Primera Guerra Mundial, el imperio colonial alemán fue definitivamente desmantelado y dividido por el Tratado de Versalles entre los países vencedores, especialmente Francia y el Reino Unido. Camerún quedó dividido en dos (la parte británica y la francesa). Las potencias europeas recibieron el mandato de la Sociedad de Naciones (SDN) de llevar a estos territorios a la autonomía lo antes posible. La no aplicación del mandato de la Sociedad de Naciones, sobre todo por parte de Francia, es un elemento clave de la historia contemporánea de Camerún. Camerún nunca ha sido legalmente una colonia francesa, y todos los cameruneses, desde Ruben Um Nyobé en la ONU hasta nuestros días, se lo recordarán.

Las dos potencias ocupantes, los franceses en particular, continuaron el desarrollo económico iniciado por los alemanes, con la construcción de infraestructuras (ferrocarriles, carreteras, misiones sanitarias) y el establecimiento de grandes plantaciones (cacao y café en particular). Apoyados por importantes programas de mejora de la educación y la sanidad, estos esfuerzos condujeron a la progresiva homogeneización de los distintos territorios: Camerún tomó forma.

El Tratado de Versalles había dividido los territorios, pero los alemanes no habían renunciado a ellos de buen grado. Sobre el terreno, se emprendió una verdadera campaña de fidelización de la población a la presencia francesa, a través de grandes obras: así se construyó la principal línea ferroviaria del país, que unía Yaundé y Duala, las dos mayores ciudades del país. En el ámbito social y educativo, en 1923 se introdujo la enseñanza en francés y el gobierno hizo de la sanidad pública una prioridad. Poco a poco, las estructuras y empresas "germanizadas" y, en algunos casos, "germanófilas" se fueron "francisizando".

En los albores de la Segunda Guerra Mundial, Douala fue tomada y ocupada militarmente por los Aliados. Al final de la guerra, en 1945, cuando todo parecía encaminarse hacia la colonización francesa, surgieron los primeros movimientos independentistas.

Los países colonizados querían establecer un nuevo orden. Aprovechando el debilitamiento de las potencias coloniales como consecuencia de la guerra y el envío de soldados muertos a Europa, las colonias exigieron la independencia. En 1946 comenzó el maremoto de la descolonización. Camerún pasó de ser un mandato a un régimen de administración fiduciaria.

En Douala se celebraron debates en forma de asamblea general sobre la estructura colonial del país. Tras todos esos años de convulsión en el orden mundial, la proclamación de una "vuelta al orden", es decir, un retorno al colonialismo aceptado, no era del gusto de las élites intelectuales del país, ni tampoco del pueblo camerunés. En efecto, este último veía la posibilidad de la libertad, legitimada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por las Naciones Unidas en 1948. Así pues, fue en forma de lucha social y sindical (en un contexto de huelgas) como surgieron los primeros movimientos de protesta en el país. También fue en 1948 cuando Ruben Um Nyobè fundó la Unión de Poblaciones de Camerún (UPC), el principal partido nacionalista.

Ruben Um Nyobé, político de etnia Bassa en aquella época, se convirtió en el portavoz de la lucha armada por la independencia de Camerún. La lucha armada significó disturbios y enfrentamientos cada vez más violentos: huelgas, manifestaciones y luego disturbios: Camerún se sumió en un ciclo inexorable. En este tenso contexto, los franceses hicieron todo lo posible por continuar la obra iniciada, de la que pretendían recoger los frutos.

Tras unos enfrentamientos más graves durante la semana del 22 al 25 de mayo de 1955 (disturbios en Duala y Yaundé), la UPC fue disuelta por el gobierno francés y los militantes upecistas, entre ellos Um Nyobé, pasaron a la clandestinidad.

En un primer momento, se trató más de una marginación que de una verdadera ilegalización, ya que el cuartel general del líder era de hecho bien conocido por las autoridades francesas, cuyo interés no era convertirlo en mártir. Um Nyobé abandonó así el candelero y se vio obligado a huir de nuevo a medida que los movimientos insurreccionales se intensificaban, haciéndose cada vez más duros pero también más precisos. Continuó dirigiendo su movimiento en la clandestinidad.

Nacido hacia 1913 no lejos de Boumnyébel, en el suroeste de Camerún, Ruben Um Nyobè fue uno de los precursores de la independencia en África. Su historia y su lucha pacifista en los años 50 sólo son conocidas por un puñado de intelectuales y escritores comprometidos. Apodado Mpodol, "el que lleva la palabra de su pueblo" en lengua bassa, es más conocido como Secretario General de la Unión de Poblaciones de Camerún (UPC), el principal partido político del país. Durante su mandato, viajó a menudo a Estados Unidos para defender la causa de la independencia y la reunificación que siempre ha defendido para su país.

Es sin duda la principal figura del Camerún Independiente, al que ha dedicado su vida.

Fue en su región natal, en su maquis de Boumnyébel, donde fue asesinado en 1958 por la represión francesa, que en aquel momento se beneficiaba oficialmente de la información procedente de fuentes camerunesas de la administración colonial francesa.

Hubo que esperar hasta junio de 1991 para que Ruben Um Nyobé fuera reconocido como héroe nacional y, aunque se ha hecho todo lo posible para que caiga en el olvido, es parte integrante de la historia de Camerún y de la independencia africana. Su valentía, su determinación y su memoria son hoy debidamente saludadas.

André-Marie Mbida, a la sazón miembro de la Comisión de Territorios de Ultramar de la Asamblea Nacional francesa, fue nombrado Primer Ministro y Jefe de Estado de facto del Camerún francófono autónomo. Esta forma de descolonización parcial no fue del agrado de la población local, que veía a Mbida como el brazo armado del Estado francés en la lucha contra la UPC y sus representantes. Nueve meses después, Mbida fue depuesto en favor de Ahmadou Ahidjo, su viceprimer ministro.

El asesinato de Um Nyobè por el ejército francés fue un acontecimiento traumático en la historia de Camerún y, a pesar de las precauciones tomadas por los colonos (tumba anónima, prohibición de mencionar al líder, etc.), el nativo de Boumnyébel se convirtió en símbolo y mártir.

A pesar de la muerte de Um Nyobé, las cosas han cambiado demasiado como para que haya marcha atrás. Los cameruneses tenían presente el proceso de democratización y sus amos coloniales estaban lejos de ignorarlo. Pero para la administración colonial era impensable que el Camerún independiente estuviera dirigido por Um Nyobé, eliminado en este sentido.

La independencia se proclamó el¹ de enero de 1960 (y se ratificó en 1961, cuando el Camerún británico pasó a formar parte de Camerún, a excepción del norte del país, que entonces aún formaba parte de Nigeria) y el 5 de mayo del mismo año, Ahmadou Ahidjo, de 33 años, se convirtió en el primer Presidente de la República de Camerún.

Ahmadou Ahidjo nació en 1924 cerca de Garoua, en el norte de Camerún. Trabajó como telegrafista y luego como operador de radio en la administración colonial desde 1947, antes de ser elegido consejero de la Asamblea de la Unión Francesa. Según el historiador Adel Eyinga, Ahidjo fue también una de las fuentes de la administración francesa para ayudar a localizar a Ruben Um Nyobé. Mantuvo el país reprimiendo duramente a la oposición, y llegó a crear un partido único, la Unión Nacional Camerunesa, hasta 1982, cuando cedió el poder a Paul Biya. En abril de 1984, mientras viajaba al extranjero, el gobierno de Biya le acusó de golpista y le condenó a muerte. Exiliado en Senegal, murió en 1989, dejando tras de sí la imagen de un buen presidente en las mentes jóvenes.

Unificación del Camerún anglófono y francófono en la República Federal de Camerún.

Bajo el liderazgo de Ahmadou Ahidjo, Camerún se convirtió en una república unida.

Paul Biya nombra Primer Ministro a Ahmadou Ahidjo.

Paul Biya nació el 13 de febrero de 1933. En 1982, a la edad de 49 años, llegó al poder tras la dimisión de Ahmadou Ahidjo. Entonces Primer Ministro, Paul Biya fue honrado con el título de Presidente de la República de Camerún. En 1994 se casó con Chantal Vigouroux, nacida en 1970 en Dimako, que se convirtió en Primera Dama de Camerún y en una de las figuras más destacadas del país.

Paul Biya se convierte en Presidente de la República.

Tras ser acusado de conspirar contra el presidente Biya, Ahmadou Ahidjo fue condenado a muerte en rebeldía y se exilió en Senegal.

El partido del Presidente Biya se convirtió en el RDPC, la Agrupación Democrática del Pueblo Camerunés. La ideología del RDPC aboga por la consolidación de la unidad, la integración y la independencia de Camerún. La salvaguarda de las libertades fundamentales de los ciudadanos y el desarrollo económico del país también forman parte del programa anunciado por el partido único. La creación del RDPC marcó el inicio de la feroz lucha del gobierno contra el multipartidismo en Camerún.

Ante la presión popular, Paul Biya reconoció el multipartidismo y la libertad de asociación. Sin embargo, siguieron dos años de creciente vigilancia de los opositores por parte del gobierno, con más detenciones y encarcelamientos con diversos pretextos, a lo que el pueblo respondió con huelgas y manifestaciones para exigir un auténtico proceso democrático.

Se disuelve la CNPOA (Coordinadora Nacional de Partidos y Asociaciones de la Oposición). Debilitada, la oposición asistió no obstante a la conferencia organizada con vistas a la organización de las elecciones legislativas de 1992, a la que también asistieron el gobierno en el poder y representantes de la sociedad civil.

Sadou Hayatou fue nombrado Primer Ministro. El CPDM se alió con el MDR (Movimiento para la Defensa de la República) e inmediatamente después se celebraron elecciones, que ganó Paul Biya con el 40% de los votos, frente al 36% de John Fru Ndi, su principal oponente. Los resultados provocaron cierto malestar en el interior del país, ya que fueron cuestionados por la oposición, pero también a nivel internacional. En respuesta, el gobierno reforzó su control del poder, poniendo a Fru Ndi bajo arresto domiciliario.

Tras intentar sin éxito que el Estado creara una comisión para supervisar las elecciones presidenciales, la gran mayoría de los partidos de la oposición boicotearon las elecciones, excepto uno que obtuvo el 2,5% de los votos.

Paul Biya fue elegido de nuevo, esta vez por 7 años, con el 92,5% de los votos.

Paul Biya sigue siendo, como era de esperar, el candidato titular en las elecciones de 2004, 2011 y 2018.

El extremo norte del país está siendo atacado por Boko Haram, un grupo terrorista yihadista originario de Nigeria. Utilizando en secreto el norte de Camerún como base de retaguardia desde 2003, los sangrientos ataques contra pueblos fronterizos fueron una declaración de guerra al presidente Biya. En agosto de 2014, Boko Haram tomó posesión de la localidad nigeriana de Gambarou, separada de la camerunesa de Fotokol por el puente sobre El Beïd. Se supone que esta posición estratégica abre el camino a Boko Haram en la carretera que conduce a Kousséri, en la frontera chadiana, por la que el grupo se abastece de diversos tráficos. Para los habitantes de Fotokol, el peligro está a tiro de piedra.

El ejército chadiano cruzó el puente y expulsó a Boko Haram de Gambarou. Pero la secta logró cruzar el puente al día siguiente, masacrando a más de un centenar de personas en lo que sería uno de los ataques más sangrientos del conflicto. Fue de nuevo junto a soldados chadianos que las fuerzas camerunesas consiguieron retomar Fotokol.

En el oeste del país, en Bamenda, Buea y Limbe, abogados y profesores anglófonos iniciaron una huelga que rápidamente se convirtió en un levantamiento popular. La crisis anglófona, como se ha dado en llamar, surgió de la represión violenta de manifestaciones inicialmente pacíficas contra la marginación de la minoría anglófona, que se consideraba poco representada a nivel nacional. La violencia se intensificó en las regiones del Noroeste y el Suroeste, lo que provocó un endurecimiento de la movilización y un paso gradual hacia la insurrección armada.

Los movimientos separatistas se agruparon bajo la bandera de Ambazonia, nombre que dieron al antiguo "Camerún del Sur" que se había federado con la República de Camerún en 1961, Estado no reconocido y proclamado unilateralmente por los rebeldes anglófonos. Este acto simbólico de los grupos separatistas anglófonos en el momento álgido de los combates contribuyó a enquistar el conflicto, que más tarde se calificaría de guerra civil y que, a pesar de una notable relajación de las tensiones a partir de 2022, sigue siendo foco de diversas tensiones en la actualidad.

En el norte, el ejército camerunés, a través de su cuerpo de élite, el BIR (Bataillon d'Intervention Rapide), repelió los ataques terroristas a lo largo de casi 400 km de frontera y acabó recuperando el control de la situación, haciendo retroceder a los yihadistas hacia Nigeria y, sobre todo, hacia Níger, donde ahora operan en la zona del lago Chad.

Sin embargo, esta guerra de guerrillas, que se ha cobrado muchas vidas y ha durado casi diez años, ha abierto el camino para que diversas organizaciones criminales operen a la sombra de Boko Haram, difuminando las fronteras entre el crimen organizado y el yihadismo. Con edificios quemados y comercios cerrados, el norte del país aún muestra las cicatrices de estos violentos enfrentamientos, que han tenido un enorme impacto en la economía de la región, así como en las familias de las víctimas de estos ataques.

Prevista inicialmente para 2021 y aplazada a raíz de la pandemia del virus Covid-19, la Copa Africana de Naciones 2022 se organiza en Camerún, que acogió por última vez la competición futbolística en 1972 (durante la cual Ahmadou Ahidjo describió a la selección camerunesa como los "Leones Indomables", expresión que ha perdurado hasta nuestros días). A pesar de los retrasos y los numerosos contratiempos en los numerosos proyectos de construcción emprendidos para preparar el acontecimiento, Camerún acogió a aficionados al fútbol de toda África especialmente para la ocasión.

Con el telón de fondo del conflicto separatista que aún hace estragos en la zona anglófona, el acontecimiento se celebrará en medio de la polémica, con amenazas de grupos separatistas y boicots de las poblaciones anglófonas, que no están de humor para celebraciones. Aparte de la estampida en el exterior del estadio (que dejó hasta 8 muertos y decenas de heridos), no se han registrado atentados.

La salud del Presidente Paul Biya, de 91 años, está en el centro de las preocupaciones, y la población permanece en vilo por saber si el Jefe del Estado fallecerá. Aunque la mayoría de los cameruneses desea que la transición a la era post-Biya se desarrolle en paz y democracia, la sucesión aviva las ambiciones personales y anuncia el riesgo de una crisis política de grandes proporciones. Las próximas elecciones presidenciales se celebrarán en 2025.