Música tradicional

El arpa es el instrumento emblemático de Paraguay. Introducida por los jesuitas, el instrumento sedujo inmediatamente a los guaraníes, que se convirtieron en grandes luthiers y excelentes músicos. El arpa paraguaya ha experimentado una serie de cambios con respecto al arpa tradicional. Tiene un sonido propio y requiere una técnica especial. Tiene 36 cuerdas (a veces 38 o 40), carece de pedal y tiene una cámara de resonancia bastante ancha en la base. Para comprender el amor de Paraguay por el arpa, basta con escuchar a Luis Bordón, leyenda del arpa con ocho discos de oro a sus espaldas, o a Félix Pérez Cardozo, que compuso su pieza más famosa Guyra campana. Otra figura destacada del arpa paraguaya es Ismael Ledesma, uno de los más grandes intérpretes y compositores de la actualidad, que vive entre Francia y Paraguay. El Festival Mundial del Arpa en el Paraguay se celebra todos los años en septiembre u octubre. Los conciertos se celebran en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane Municipal y en las plazas de Asunción. En octubre de 2013, el arpa paraguaya entró en el Libro Guinness de los Récords, con un concierto de una orquesta de 420 arpistas dirigida por el maestro Luis Szarán.

Por supuesto, el arpa está en el corazón de la guarania y la polca, dos géneros musicales tradicionales paraguayos. La polca es la música alegre que se escucha en las fiestas de los pueblos. Ilustra la historia y las tradiciones del país. Todos los partidos políticos y equipos de fútbol tienen su propia orquesta de polca La polca tiene poco que ver con la polca bohemia, de la que tomó su nombre a mediados del siglo XIX. Los ritmos son muy diferentes. La polca paraguaya tiene muchas variantes más o menos rápidas y alegres: la galopa (bailada por un grupo de mujeres, las galoperas, que giran en círculos y se balancean con un cántaro en la mano), la polca kyre'ÿ (muy alegre y animada), la polca popo (con saltos)... Las polcas más populares en las fiestas son : Che la Reina, de Emiliano Fernández, La Chuchi, de Maneco Galeano, o Paraguaya Linda, de Mauricio Cardozo Ocampo. Campamento Cerro León, de autor desconocido, ¡es un verdadero himno nacional!

En cuanto a la guarania, es la mejor música paraguaya. Despierta una profunda nostalgia en los paraguayos lejos de su patria. Es una música suave y sentimental, interpretada casi siempre por un trío formado por un arpista y dos guitarristas. Este estilo musical, inventado por José Asunción Flores en 1925, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 2024. Este reconocimiento subraya su valor como expresión cultural emblemática de Paraguay y símbolo de identidad. Las primeras guaranias, Jejuí, Kerasy y Arribeño Resay, fueron todo un éxito. Los paraguayos estaban acostumbrados a escuchar música rápida y alegre que no necesariamente encajaba con su estado de ánimo o su carácter. A diferencia de la polca, la gente no bailaba la guarania. Flores creó más tarde India, Mburicaó, Panamby Verá y Cholí. Gerardo Arroyo, Ayala Báez, Cardozo Ocampo y Florentín Giménez son otros famosos artistas de la guarania. Menos afortunado es Oscar Safuán, famoso por su intento de fusionar los dos grandes géneros del país, la polca y la guarania, en un nuevo estilo llamado Avanzada, que nunca llegó a cuajar. Otra figura clave de la música paraguaya es Agustín Pío Barrios (1885-1944), reconocido como uno de los mejores guitarristas y compositores de todos los tiempos Su nombre artístico "Nitsuga Mangoré" es una combinación de su nombre de pila escrito al revés y el nombre de un temido cacique guaraní. Entre sus 300 composiciones, La Catedral, Las Abejas y Danza Paraguaya son las más interpretadas. Otros grandes guitarristas clásicos paraguayos se han hecho un nombre en el extranjero: Sila Godoy (1919-2014), Felipe Sosa, Luz María Bobadilla y Berta Rojas, ganadora de un Grammy Latino en la categoría "Mejor álbum de música clásica" por su disco Legado (2022).

Música clásica

La música clásica paraguaya gira esencialmente en torno a un hombre: Luis Szarán. Director de fama mundial, dirige la Orquesta Sinfónica de Asunción (OSCA), que se reúne en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane. Este bello edificio de finales del siglo XIX ofrece una variada programación -teatro, música clásica, danza- y acoge ocasionalmente a la Orquesta Sinfónica del Congreso de Paraguay. Este conjunto relativamente reciente (2012) cuenta con dos personalidades de renombre: Diego Sánchez Haase, su director y titular, gran especialista en Bach, y el joven tenor José Mongelós, la gran voz operística de Paraguay.

Música actual

Algunos recordarán a Alberto del Paraná (1926-1974), el artista paraguayo que más discos vendió en el mundo, con su grupo Los Paraguayos. Pero hoy en día, los paraguayos escuchan y producen sobre todo música rock. El género explotó en los años 90, justo después de la caída de la larga dictadura de Stroessner, en la que se prohibía cualquier forma de expresión artística considerada subversiva. Floreció una importante escena, influida por grupos argentinos e ingleses. Entre las bandas locales destacan Flou, Revolber, Próceres de Mayo, Salamandra, Bohemia Urbana, Paiko, Tierradentro y Kchiporros. Paraguay, y Asunción en particular, está lleno de lugares para escuchar rock, empezando por el Rockero Popurrí Nocturno, ¡EL bar de rock de Asunción! Los grupos más importantes actúan al aire libre, en estadios o en el Jockey Club. El rap es menos popular, pero entre los grupos más conocidos figuran Tercer Piso, Drazer y Koa Ha'e. Por último, está surgiendo una pequeña escena jazzística y cada octubre se celebra un festival internacional, AssuJazz. El músico y cantante Ricardo Flecha fue uno de los primeros en combinar la música tradicional con el jazz o el rock, con el grupo Ñamandú en los años ochenta. Pero la verdadera estrella del momento es la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (instagram.com/orquestadecateura). Desde 2012, esta orquesta de unos cuarenta jóvenes de Cateura, una barriada de Asunción, da concierto tras concierto por todo el mundo. Los niños y adolescentes tocan instrumentos que ellos mismos han fabricado, utilizando materiales de desecho recuperados del enorme vertedero cercano. Latas de aceite, de pintura, monedas, tenedores, latas, tapones de botellas, etc. se transforman en contrabajos, guitarras, trompetas, flautas, trombones, saxofones, violines... Los resultados musicales son asombrosos: de la música clásica al rock metal, pasando por el jazz y el tango, los chicos tienen talento y un repertorio impresionante. Una gira tras otra, ayudan a financiar cada vez más proyectos sociales y educativos para las familias de Cateura.

Teatro y danza

Augusto Roa Bastos, el escritor paraguayo más famoso, también ha destacado en el teatro. Su obra es menos conocida, pero igual de comprometida, e incluye una adaptación de su emblemática novela Moi, le Suprême (Yo, el Supremo). Pero el más grande dramaturgo paraguayo es Julio Correa (1890-1953). Fue uno de los fundadores del teatro guaraní, con obras muy críticas sobre la injusticia social y la guerra del Chaco. Cuerpo y alma (1945) es uno de sus poemas más conocidos. En teatro, su veintena de obras, todas en guaraní, incluyen Sandía yvyguy y Pleito riré. En el género narrativo, es autor de varios cuentos, reunidos en 1969 en la colección póstuma Sombrero ka'a y otros cuentos. Otra gran dramaturga fue Josefina Plá (1903-1999), artista comprometida y polifacética (poeta, periodista, artista plástica, pintora, ceramista, etc.), fundadora de la primera escuela de teatro del país.

Bajo el régimen de López, muchos bailarines profesionales europeos llegaron a Paraguay e influyeron en la creación de nuevas danzas como la cuadrilla (descendiente de la cuadrilla), el chopi (danza de pareja), el londón karapé (danza en cuclillas) y la mama cumandá (variante de la polca), que se interpretaba en los campos de batalla para levantar la moral durante la Guerra de la Triple Alianza. La mismísima Madame Lynch, compañera del dictador Francisco Solano López, ¡ponía toda su energía en ello! Pero la danza tradicional más típica es, sin duda, la danza de la botella. Única danza individual del folclore, en ella las mujeres llevan una botella en la cabeza, luego dos, luego tres... ¡y hasta diez botellas una encima de otra! Es un ejercicio que requiere mucha habilidad. Y no olvidemos los enérgicos ballets interpretados por la comunidad negra de Kambá Kuá durante las celebraciones de Saint-Balthazar, el 6 de enero. En el campo de la danza clásica y contemporánea, el Ballet Nacional de Paraguay ha adquirido una excelente reputación bajo la dirección de Rolando Rasmussen, coreógrafo de talla internacional. El Ballet Nacional actúa en numerosos festivales de danza de todo el mundo. Tanto la danza como el teatro pueden disfrutarse en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane, y centros culturales como el Centro Cultural Juan de Salazar, el Centro Paraguayo Japonés, la Manzana de la Rivera, La Serafina y el Teatro Arlequín, donde se representan obras nacionales y extranjeras, clásicas y no clásicas.