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Un territorio fragmentado

Cinco veces más pequeña que Francia, Guatemala está sujeta a una amplia gama de condiciones climáticas. Esto se debe a su geografía, dividida entre el altiplano central, las llanuras costeras que bordean el océano Pacífico en el sur y el mar Caribe en el este, y el departamento de Petén en el norte, formado principalmente por selvas tropicales. En todo el país hay dos estaciones: la seca, de noviembre a abril, y la lluviosa, de mayo a octubre. Aunque el primero corresponde al invierno y el segundo al verano, en realidad se invierten, ya que el término "invierno " se utiliza erróneamente para designar la estación de las lluvias... Un malentendido debido a los conquistadores, que pensaban que la estación seca guatemalteca se parecía al verano de su Castilla natal. Sin embargo, a diferencia de otros países centroamericanos, el contraste es bastante pequeño: por ejemplo, no es raro -de hecho, frecuente- que llueva durante la estación seca, especialmente en el Petén y en la costa del Caribe.

Las tierras altas y sus vertiginosas diferencias de temperatura. El centro del país está formado por diez departamentos, desde Guatemala hasta Quiché. Debido a sus diferentes niveles de altitud, esta zona está formada por una multitud de microclimas. En concreto, a mediados de noviembre, cuando la temperatura oscila entre los 23 y los 25°C en Antigua -a 1.600 metros de altitud-, es necesario equiparse con varios forros polares, una chaqueta de plumas y un par de guantes de esquí cuando se sale a escalar el volcán Acatenango -cuya cima alcanza los 3.976 metros de altura-, situado a sólo veinte kilómetros. Por tanto, es en las tierras altas donde se dan las temperaturas más bajas del país... Aunque también puede decirse que su clima va de templado a más bien cálido. Tomemos como referencia la ciudad de Guatemala, establecida a una altitud media - 1.500 metros - para la zona. A lo largo del año, las temperaturas mínimas oscilan entre 12 y 16°C y las máximas entre 22 y 27°C, con noches más frescas. Por otro lado, las precipitaciones son bastante escasas en verano: caen entre 4 y 27 mm al mes, siendo el periodo menos lluvioso el que va de diciembre a marzo. En cambio, es lógicamente más importante en invierno: alcanza entre 74 y 134 mm al mes, siendo junio y septiembre especialmente lluviosos, con 134 y 129 mm respectivamente.

El Pacífico, una costa con un clima tropical húmedo y seco. La costa del Pacífico guatemalteco tiene 300 kilómetros de largo y 50 de ancho y está formada por los extremos de los departamentos de San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuíntla, Santa Rosa y Jutiapa. Aunque el turismo aún no está muy desarrollado, cada vez se abren más albergues y hoteles, sobre todo en los alrededores del pueblo de El Paredón -en Escuíntla-, conocido por sus olas y la belleza de su playa, que hacen olvidar rápidamente la humedad y las temperaturas máximas, que oscilan entre los 29 y los 32°C. El contraste entre las estaciones es particularmente marcado, con sólo 3 a 9 mm de precipitaciones al mes entre diciembre y marzo, frente a los 167 a 325 mm entre mayo y octubre. Septiembre es el punto álgido.

Petén, un departamento con un clima único. Con una superficie de más de 33.000 km², es el departamento más grande de Guatemala, con casi un tercio de la superficie del país. Ya sea para visitar el impresionante yacimiento maya de Tikal o para aventurarse en las ruinas deEl Mirador, a sólo 10 kilómetros de la frontera con México, Petén es una visita obligada para los turistas. Situada a orillas del lago Petén, Flores, su capital, es bastante representativa de las temperaturas del territorio: sus temperaturas mínimas oscilan entre los 19 y los 24°C, mientras que las máximas oscilan entre los 27 y los 35°C. El mes más frío del año es enero, con una media de 22,4°C, mientras que el más caluroso es mayo, con temperaturas en torno a los 28,5°C. El mes de octubre es especialmente húmedo -85%-, mientras que marzo, abril y mayo son más agradables para vivir, con un 60, 56 y 62% de humedad respectivamente. La principal diferencia con el norte del departamento es la pluviometría: cuanto más te adentras en la selva, más pesada es. Durante la temporada de lluvias, varía entre 114 y 273 mm al mes.

El clima especialmente húmedo de la costa caribeña. Aquí sólo se encuentra un departamento: Izabal. El río Dulce fluye aquí, ensanchándose hacia el noreste para formar el lago Golfete, antes de desembocar en el mar Caribe. Es aquí donde encontramos Livingston, un pueblo que atrae a los turistas tanto por su cultura única como por su entorno rico en naturaleza soberbia -y aún conservada-, con cascadas, playas salvajes y selva exuberante. Sin embargo, las condiciones climáticas son bastante difíciles de soportar, con una humedad media del 85,5% durante todo el año. Las precipitaciones también son intensas, alcanzando un máximo en junio con 328 mm durante el mes, mientras que hay que esperar hasta diciembre para bajar de los 200 mm. Esta es probablemente la zona del país en la que menos se nota la estación seca, ya que las precipitaciones aún alcanzan los 169 mm en enero. Así, abril es, con diferencia, el mejor mes para visitar la zona, con una humedad "baja" del 81% y unas precipitaciones de "sólo" 87 mm.

Un país sensible al cambio climático

Guatemala no es una excepción al mayor desafío de nuestro tiempo. La sequía, las heladas, los huracanes y las inundaciones se han intensificado en las últimas décadas, mientras que la temperatura media ha aumentado 1,5°C desde 1960. Se prevé un nuevo aumento, esta vez de 3 a 6°C, en el país para finales del siglo XXI, acompañado de una disminución del 30% de las precipitaciones. La situación es tan preocupante que en la COP26 -celebrada en noviembre de 2021- Guatemala pidió que se reconociera a Centroamérica como una región "altamente vulnerable al impacto de pérdidas y daños causados por desastres naturales". Sólo en el país, el Gobierno estima en 6.270,9 millones de dólares los daños causados por el calentamiento global a la economía total del país.