shutterstock_185438198 copie.jpg

Cultura precolombina

La evolución del arte precolombino se traza en el Museo Nacional de arqueología y etnología de Ciudad de Guatemala. Aquí podrá descubrir toda la diversidad de la cultura maya, que dista mucho de limitarse a pirámides y templos. En la producción maya se aprecian influencias olmecas, toltecas y aztecas. El arte maya parece haber alcanzado la madurez muy rápidamente, sin pasar por una fase de ensayo y error. Su desarrollo está estrechamente ligado a los excepcionales avances de esta civilización en diversos campos: arte y arquitectura, pero también escritura, agricultura, astronomía y matemáticas. La importancia vital que los mayas concedían a la religión y a los rituales se aprecia en la multiplicidad de objetos, todos ellos portadores de una dimensión espiritual.

La producción artística comenzó hacia el 1500 a.C., en el periodo Preclásico, que duró hasta el 200 d.C.. El periodo más próspero de esta civilización fue el comprendido entre los años 200 y 900; el periodo postclásico duró hasta el siglo XV y terminó abruptamente con las conquistas españolas.

El arte maya es considerado el más refinado de la América precolombina. Sus temas característicos incluyen divinidades y escenas religiosas, altos dignatarios y héroes. Más raramente aparecen escenas de la vida cotidiana, animales y motivos ornamentales en cerámica y objetos de uso cotidiano. La figura humana, ya represente a un dios o a un mortal, se ejecuta con maestría y expresividad. La cerámica, a menudo vasos funerarios, está ilustrada con escenas del otro mundo u homenajes a guerreros.

Los mayas produjeron innumerables esculturas. Realizadas en piedra, estuco y, por supuesto, jade, las estatuas se erguían sobre una estela decorada con incisiones figurativas y jeroglíficos. Probablemente también se utilizó la madera, aunque se conservan pocos ejemplos. En la mayoría de los edificios se encuentran dinteles de piedra tallada. Destacan los dinteles de madera finamente tallada de los templos del Sitio Arqueológico de Tikal, uno de los yacimientos arqueológicos más admirados de Guatemala.

Trasladadas al Museo de Arqueología, las esculturas de la ciudad de Kaminaljuyù prefiguran el periodo clásico. Sólo quedaron dos estatuas funerarias preclásicas en el yacimiento, tristemente devastado. En su apogeo, entre el 400 y el 100 a.C., la ciudad de los miles albergaba multitud de templos.

Mural maya

El arte de la pintura al fresco fue ampliamente practicado por la población maya. Estas pinturas muestran figuras de ambos sexos y de todas las edades, siendo las ofrendas un tema predominante.

Fue en un palacio del yacimiento arqueológico de La Blanca, en la provincia septentrional de Petén, donde los arqueólogos desenterraron la primera pintura mural al fresco, en la que los pigmentos se diluían y aplicaban sobre un yeso aún húmedo, para facilitar el dibujo. Este procedimiento, poco utilizado por los artistas mayas, es comparable al de los maestros italianos del Renacimiento. La escena, representada entre los años 600 y 900 d.C., es en realidad una pintura histórica de una presentación de ofrendas.

En Guatemala, no es raro descubrir frescos antiguos al renovar una casa. En Chajul, se encontró una serie de pinturas de danzas ceremoniales en una casa particular, bajo capas de pintura. Flautistas y tamborileros acompañan a los bailarines en una procesión. La presencia de estas pinturas de gran valor histórico se explica por el hecho de que Chajul fue en su día uno de los centros de la comunidad maya ixil. Fechadas en el siglo XVI, estas obras mayas incorporan influencias europeas. Esto, y el hecho de que pertenezcan al ámbito privado y no al religioso, las hace aún más valiosas.

El Centro de Arte Popular de Antigua está especializado en las tradiciones mayas. Pinturas, cerámicas, objetos religiosos y esculturas cuidadosamente seleccionadas se exponen en esta pinacoteca.

Arte colonial

Desde el descubrimiento de América hasta principios del siglo XIX, España y Portugal impusieron su religión y sus costumbres en el continente sudamericano. Se construyeron ciudades sobre las ruinas de las civilizaciones precolombinas. En el ámbito artístico, los modelos europeos fueron asimilados por las poblaciones locales. Este periodo, cuyos inicios coincidieron con el Renacimiento en Europa, se impregnó de los modelos de la Antigüedad y de la larga tradición del arte religioso occidental. La evangelización dio lugar a propuestas estéticas híbridas. El patrimonio religioso de la época colonial se exhibe en el Museo de Arte Colonial de Antigua. Esculturas, pinturas y muebles están fuertemente influidos por los códigos del Barroco español. Las esculturas de madera policromada se basan en la iconografía cristiana. Guatemala produjo esculturas muy expresivas, con detalles realistas muy acentuados. La espiritualidad de las expresiones se tiñe a veces de sensualidad. La figura humana se enriquece con una expresividad que no puede dejar de conmover. Las representaciones de la Virgen María expresan un intenso dolor, como puede verse en los edificios de Guatemala. La iglesia colonial de San Andrés Xequl tiene una fachada barroca policromada, en la que predomina el color amarillo. Ricamente decorada con estatuas y pinturas, es imposible pasarla por alto.

Francisco Cabrera

Considerado el retratista más influyente de América Latina, Francisco Cabrera (1781-1845) fue el primer artista guatemalteco en hacerse un nombre. Nacido y fallecido en Ciudad de Guatemala, Cabrera se distinguió primero en el campo del grabado de miniaturas. Formado desde los trece años en la casa de la moneda de Pedro Garci Aguirre, su maestría técnica le valió el puesto de maestro corrector de la Real Academia de Dibujo de Guatemala en 1797. Dejó numerosas miniaturas de personalidades de su época y escudos (el escudo del Colegio de Abogados se considera una de sus obras maestras), pero murió en la pobreza. Su talento no fue reconocido hasta más tarde.

Arte moderno

La escena pictórica del país lucha por hacerse un nombre fuera de sus fronteras. En el Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida de la capital se pueden descubrir creaciones artísticas de vanguardia, arte nacionalista del periodo revolucionario de los años 50 y obras posmodernistas.

CarlosMérida (1891-1985), pintor y muralista nacido en Ciudad de Guatemala, se atrevió con un enfoque a caballo entre el modernismo y las tradiciones sudamericanas. Figurativo, surrealista y cubista, su carrera abarcó diversos estilos. Vinculado al muralismo mexicano, prefiere las formas geométricas a la figuración narrativa. A partir de la década de 1950, Mérida incorporó a sus murales mosaicos de vidrio y cerámica. Realizó vastas composiciones en Ciudad de México, la mayor de las cuales, creada para el complejo Benito Juárez, fue destruida por el terremoto de 1985. De origen mestizo, ha sido durante toda su vida un defensor del pueblo quiché. Mérida estudió música desde muy joven, antes de que un problema auditivo le hiciera cambiar a la pintura. Siendo aún estudiante, se unió a la vanguardia local y partió a descubrir Estados Unidos, Europa y luego México, donde vivió hasta el final de sus días. En París conoció a Modigliani, Picasso y Mondrian. En 1915 regresó a Guatemala y preparó una exposición en el edificio Rosenthal, considerada como el nacimiento de la pintura moderna en su país.

En Guatemala realizó varias obras monumentales, como el mosaico geométrico Canto a la raza, en el Palacio Municipal de Guatemala, y Glorificación de Quetzal, en la Cancillería guatemalteca. Fue galardonado en la Bienal de São Paulo de 1957 y posteriormente recibió la Orden del Quetzal en su país. Sus obras se encuentran en los museos más importantes del mundo.

Otra figura clave del siglo XX, Jacobo Rodríguez Padilla (1922-2014) es hijo del pintor Rafaël Rodríguez Padilla, fundador de la Escuela de Bellas Artes de Guatemala. Su padre, que participó en el complot para derrocar al dictador de turno, fue asesinado en 1929. Jacobo se convirtió en un pintor, muralista y escultor comprometido. Junto con varios escritores guatemaltecos, entre ellos Augusto Monterroso, fundó en 1947 el grupo Saker-Ti ("Amanecer") para apoyar el retorno a la democracia y revitalizar la escena cultural. Padilla creó una de las únicas galerías de arte de la época. Considerado un grupo comunista, Saker-Ti no sobrevivió al derrocamiento del Presidente Arbenz, fomentado por Estados Unidos en 1954. Jacobo Rodríguez Padilla se vio obligado a exiliarse y posteriormente dividió su tiempo entre México y Francia, donde vivió hasta su muerte en 2014. Su obra es a la vez ligera y profunda. Sus esculturas de piedra recuerdan sus orígenes. El cineasta salvadoreño Guillermo Escalón realizó un documental sobre él en 2008, perfecto para acercarse a su mundo nostálgico.

Arte contemporáneo

Los motivos tradicionales son perpetuados por artistas como Arturo Martínez, de tendencia naturalista, Carmen Lind Pettersen, con sus acuarelas de colores locales, y Nan Cuz, con sus interpretaciones místicas. En la década de 1980, al remitir los conflictos armados, surgió una nueva tendencia que desvinculó el arte de su pasado. La generación más joven revisitó las corrientes vanguardistas occidentales (pop art, happening, land art, fotografía, arte conceptual, entre otros).

Hoy en día, hay una gran riqueza de talento. El fotógrafo Eny Roland Hernández muestra un universo satírico entre religión y política. Al estilo de JR, cubre los muros de la ciudad con sus fotografías, que se imprimen y luego se reconstruyen. El escultor Luis Fernando Ponce utiliza objetos para crear cuadros desenfadados de aparente ingenuidad. El autodidacta Erick Menchu fundó en 2006 el colectivo La Torana, abierto a todas las personas. Rudy Cotton se está haciendo un nombre con los carteles de películas que diseña para su cine local. La pintora Michelle Wagner indaga en la psicología de sus modelos en lienzos que van del hiperrealismo al expresionismo abstracto.

¿Dónde descubrir a estos artistas? En las galerías de arte y espacios culturales de Antigua. La Galería de Arte de Antigua promueve la variedad del arte guatemalteco, con obras de Hugo González Ayala, Dulce González y César Barrios. Esculturas al aire libre completan las galerías. Desde 1993, El Sitio Cultural muestra la joven escena artística guatemalteca a través de diversos eventos. Dirigida por la artista neofigurativa del mismo nombre, María Eskenasy Fine Art recibe a los visitantes en un jardín tropical. Reconocida como una de las artistas más destacadas, María Eskenasy está situando a Guatemala en el mapa internacional.