El nacimiento del istmo
Hace unos millones de años -entre 3 y 13 millones, según la datación- una franja de tierra emergió de las olas para unir dos continentes. Cuando se formó, cerró el brazo de mar que unía los océanos Atlántico y Pacífico. Esta formación forma parte de una historia mucho más antigua. América del Norte y América del Sur, originadas a partir de dos masas continentales distintas, se habían separado anteriormente y luego acercado como resultado de la tectónica de placas, hasta que quedaron separadas por un archipiélago volcánico. Según la teoría de Wegener (1912), hace 280 millones de años, todas las masas de tierra formaban un único continente, Pangea. Éste empezó a fracturarse 60 millones de años después: al sur, Gondwana incluía Sudamérica, África, India, la Antártida y Australia; al norte, Laurasia incluía Norteamérica, Europa y Asia (excluida la India). A su vez, estos bloques se separaron y los continentes emprendieron una larga deriva hacia sus posiciones actuales. Con el tiempo, el empuje de las placas y la acumulación de lava y sedimentos acabaron uniendo las islas para formar el istmo panameño que conocemos hoy, con consecuencias globales. Este delgado corredor de tierra formó un auténtico puente biológico para las especies animales y vegetales de los dos continentes que acababan de unirse, lo que explica la increíble biodiversidad de esta región. También ha alterado la circulación oceánica al dar lugar a la corriente del Golfo, con repercusiones climáticas a escala mundial. El Biomuseo de la ciudad de Panamá es la mejor manera de comprender todos los trastornos causados por la aparición del istmo, en términos de corrientes, vientos, clima y evolución de la biodiversidad en la región.
Cordilleras tropicales
Aunque el 87% del país se halla por debajo de los 700 m, las montañas recorren casi toda la longitud del istmo. Estas cadenas montañosas separan las regiones del Caribe y del Pacífico, dando al país su característica forma de "S" alargada. El relieve es más pronunciado al Oeste, en la región de Chiriquí, en la frontera con Costa Rica. La Cordillera de Talamanca de la vecina Costa Rica se eleva a una altitud media de 1.500 m, y en cuatro ocasiones supera los 3.000 m. El volcán Barú (3.475 m) es el punto más alto del país. Desde su cima, en un día despejado, se puede ver tanto el océano Pacífico, al sur, como el mar Caribe, al norte La subida desde Boquete o Volcán es exigente y debe hacerse de noche con la esperanza de llegar a primera hora de la mañana, antes de que el cielo se nuble. Pero el volcán Barú no es el único lugar donde se pueden ver los dos océanos en un día despejado, ya que también se divisan desde El Valle(Cerro Gaital, 1.185 m) y desde las alturas del parque nacional Omar Torrijos.
A continuación, la cordillera continúa hacia el este, perdiendo altura paulatinamente hasta llegar a las inmediaciones del lago Gatún. Fue en esta región de llanuras y colinas del centro del país donde el hombre decidió excavar un canal. Al este de la ruta interoceánica, el terreno vuelve a elevarse, con dos ejes montañosos que siguen la costa. Al norte, la Serranía de San Blas separa la provincia de Panamá de la comarca de Guna Yala. Esta pequeña cordillera, más tarde conocida como la Serranía del Darién, marca la frontera entre Panamá y Colombia. Esta región cubierta de selva alberga una de las biodiversidades más ricas del mundo. Se la conoce como el corcho del Darién: aquí, la carretera Panamericana se detiene bruscamente frente a un río, en Yaviza, antes de reanudarse 100 km más adelante en el lado colombiano. La zona está protegida por dos grandes parques vecinos: el Parque Nacional Darién (575.000 ha, el mayor parque nacional de Centroamérica) y el Parque Nacional de Los Katíos (78.000 ha), en Colombia. La altitud media de esta cadena montañosa ronda los 500 m, siendo el pico más alto el Cerro Tacarcuna (1.875 m). Más al sur, las cordilleras de Bagre, Majé, Pirre y Sapo dominan el Pacífico, con una altitud media de entre 600 y 800 m.
Por último, volviendo al centro del país, la península de Azuero, que se adentra en el Pacífico, también cuenta con varios picos volcánicos, entre ellos el Cerro Hoya (1.559 m), en el parque nacional del mismo nombre , una región salvaje y poco visitada.
¡Cuánta agua!
Las cordilleras que dividen el país en dos vertientes, el Pacífico y el Caribe, dan lugar a no menos de 500 ríos: unos 350 desembocan en el océano Pacífico y 150 en el mar Caribe. Los principales ríos navegables (en pequeñas embarcaciones) son el Tuira, el Chucunaque y el Bayano (o Chepo), todos situados en la región del Darién.
Estos ríos son a veces la única forma de llegar a pueblos aislados a los que no llega la carretera ni el avión. También es posible practicar kayak y rafting, como en los rápidos cercanos a Boquete. En cuanto a los lagos, la región oriental sigue albergando los mayores del país, todos artificiales. El mayor, el lago Gatún (423 km²), fue durante mucho tiempo el mayor lago artificial del mundo. Se creó para evitar tener que excavar toda la longitud del Canal de Panamá, lo que suponía un ahorro de 32 km por 80 km. Como el lago está a 26 m sobre el nivel del mar, los barcos acceden a él a través de varios juegos de esclusas. El segundo lago más grande del país es el Lago Bayano, formado en 1976 tras la construcción de una presa en el río del mismo nombre. Por último, el lago Alajuela se creó en 1935, tras la construcción de una presa en el río Chagres, para crear un gran embalse que abasteciera de agua dulce al Canal de Panamá. Se encuentra al suroeste del lago. El lago sigue llamándose a menudo Lago Madden, su nombre original cuando la Zona del Canal estaba bajo administración estadounidense. Se le cambió el nombre a finales del siglo pasado, cuando el Canal volvió a estar bajo soberanía panameña.
Islas salvajes
Panamá tiene casi 3.000 km de costa, entre rocosa, arenosa y bordeada de manglares. Unos 1.300 km se extienden a lo largo de las cálidas aguas del mar Caribe, mientras que 1.700 km dan al océano Pacífico, con sus espectaculares mareas y poderosas olas. Aquí, los fondos son más profundos, las playas más estrechas, y se encuentran casi todos los mejores spots de surf del país: El Palmar, Santa Catalina, Playa Morrillo, Punta Burica... aunque el archipiélago de Bocas del Toro e Isla Grande, en la provincia de Colón, también ofrecen buenas sesiones. La costa caribeña también ofrece buenas sesiones, sobre todo en el archipiélago de Bocas del Toro y en Isla Grande, en la provincia de Colón.
El país también alberga más de 1.500 islas. Islas grandes y salvajes en la vertiente del Pacífico e islas más pequeñas pero más pobladas en la vertiente del Caribe, donde hay dos magníficos archipiélagos: Bocas del Toro y San Blas (Guna Yala). En el Pacífico, el archipiélago de las Perlas(isla Contadora, isla Saboga, isla San José...) es un pequeño paraíso para los pescadores, al igual que la isla Cébaco y las islas del golfo de Chiriquí(isla Boca Brava, isla Parida...). Isla Coiba, la mayor del país (493 km²), fue durante mucho tiempo una prisión de alta seguridad. Desde 2004, ha vuelto a convertirse en un auténtico santuario natural, famoso tanto por su fauna terrestre como por sus excepcionales lugares de submarinismo.
Ocupación humana
La población panameña se concentra principalmente en la costa, a diferencia de la mayoría de los países centroamericanos, donde los habitantes prefieren los valles montañosos y las mesetas. La ciudad de Panamá es una de las pocas capitales del continente (junto con Lima) que está situada directamente en la costa del Pacífico. Es también en esta costa donde se encuentran las principales ciudades del país, que se benefician de un clima menos lluvioso que en la vertiente caribeña y de numerosos golfos y bahías ideales para las actividades humanas. El país tiene un alto índice de urbanización: alrededor del 75% de los panameños viven en ciudades, con una densidad media de 46 habitantes/km². Casi la mitad de los 4,6 millones de habitantes se concentran en las orillas sur y norte del Canal, con más de 2 millones en Ciudad de Panamá y su metrópoli. Por el contrario, la provincia de Darién, en el este, y la mayor parte de la costa atlántica siguen estando escasamente pobladas.
Panamá está dividida en diezprovincias administrativas: Bocas del Toro, Chiriquí, Coclé, Colón, Darién, Herrera, Los Santos, Veraguas, Panamá y Panamá Oeste. Sin duda visitará al menos tres o cuatro de ellas durante su estancia. Cada provincia está dirigida por ungobernador nombrado por el Presidente de la República y subdividida en 81distritos, a su vez divididos en corregimientos, la entidad administrativa más pequeña (más de 700). A esta organización se superponen las comarcas indígenas, territorios autónomos gestionados directamente por las comunidades amerindias. Existen seis en todo el país, en regiones con gran población indígena.
La primera y más conocida es Guna Yala (Tierra Guna), situada en la costa noreste del país. Colinda con la provincia administrativa de San Blas. Otras tres se encuentran en las provincias de Darién y Panamá occidental: Emberá-Wounaan, Guna Wargandí y Guna Madugandi. La comarca Ngäbe-Buglé, la más extensa, se extiende por tres provincias: Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas. Por último, la comarca Naso Tjër Di se creó en diciembre de 2020, tras una larga lucha política liderada por la comunidad Naso, que era el último pueblo ancestral de Panamá que no tenía territorio propio. La comarca ocupa la parte oriental de la provincia de Bocas del Toro, en el corazón del Parque Internacional La Amistad.