Clima au Panama
Situado en el corazón de los trópicos, entre el Trópico de Cáncer y el Ecuador, Panamá goza de un clima tropical marítimo, cálido y húmedo durante todo el año. Hay dos periodos bien diferenciados: la estación seca conocida como "verano", entre mediados de diciembre y mediados de abril, y la estación más húmeda conocida como "invierno", que abarca el resto del año, aunque hay algunas variaciones entre la vertiente del Pacífico y la del Caribe. Aunque el calor es más intenso en invierno, los chubascos rara vez duran más de una o dos horas, y las tormentas pueden llegar a ser fantásticos espectáculos de luz y sonido El campo también es más verde y la fruta más abundante. Así pues, no hay temporada buena o mala para viajar a Panamá, ni siquiera durante los meses propensos a ciclones y huracanes en el mar Caribe, entre junio y noviembre, cuando las depresiones tropicales rara vez alcanzan el istmo.
Un fuerte calor
El calor varía poco a lo largo del año, con una oscilación térmica que no supera los 2 °C. Sin embargo, la sensación de calor es más pronunciada en invierno, cuando la humedad es mayor. Esto es especialmente cierto en abril, el mes entre un verano soleado y ventoso y un invierno húmedo. Las temperaturas varían según la altitud.
En las llanuras costeras, bajas y cálidas, las temperaturas mínimas rondan los 20°C a primera hora de la mañana, mientras que las máximas suben hasta los 35°C durante el día. En las llamadas tierras templadas, entre 700 y 1.500 m, las temperaturas rondan los 12-15°C a primera hora de la mañana y los 26°C en las horas más calurosas del día. Es un clima muy agradable, a pesar de las frecuentes lloviznas.
Más arriba, en la Cordillera, por encima de los 1.500 m, el aire se enfría considerablemente. Puede hacer fresco, incluso frío, con temperaturas a veces cercanas a cero. Sin embargo, nunca ha nevado, ni siquiera en la cima del volcán Barú (3.475 m). Por último, en las islas, el tiempo siempre es bueno, pero la brisa a veces hace necesario llevar un poco de lana por la noche, o después de una tormenta.
En cuanto a la temperatura del agua, es apenas inferior a la del aire ambiente. Bañarse en el mar le refrescará sin riesgo de hidrocución La temperatura oscila entre 27 y 30 °C en ambos océanos, lo que la hace ideal para los frioleros, y para practicar surf y submarinismo. Pero cuidado: estas temperaturas pueden descender bruscamente durante el verano, debido a los vientos más fuertes y a las corrientes marinas. En el archipiélago de Las Perlas , por ejemplo, las temperaturas pueden bajar de 20-22°C en febrero a 29°C en junio. Por último, si prefiere los ríos, el agua es más fría que en el mar, pero sigue siendo agradable, incluso en las montañas de Chiriquí. Y si realmente cree que el agua está demasiado fría, ¡dése un chapuzón en las aguas termales de Caldera, no lejos de Boquete!
¿Aire acondicionado o terraza?
Este calor húmedo es difícil de soportar, incluso para los panameños. En las grandes ciudades, y sobre todo en Ciudad de Panamá, el aire acondicionado está por todas partes: hoteles, centros comerciales, oficinas gubernamentales, bancos, restaurantes, cines, autobuses, etc. Suele estar muy bajo, a veces helado, hasta el punto de que hay que ponerse un forro polar para no resfriarse
El contraste entre el interior y el exterior es sorprendente, pero a los panameños les encanta este frescor artificial. Hasta hace unos quince años, era difícil encontrar terrazas de cafés al aire libre; los habitantes de la capital preferían permanecer bajo techo a 18°C. La llegada de expatriados europeos ha ido cambiando poco a poco las costumbres, sobre todo en el Casco Viejo, donde la gente disfruta ahora descansando en una terraza al atardecer, o mejor aún, en una azotea con vistas a la ciudad.
¡Cojan sus paraguas!
Las precipitaciones varían mucho de una región a otra. En la costa atlántica (Caribe), llueve mucho todo el año: más de 3.200 mm anuales en Colón (frente a 600 mm en París). Estas lluvias, a menudo tormentosas y a veces violentas, son de corta duración. Las provincias de Colón y Bocas del Toro figuran entre las más lluviosas del país, pero hay muchos microclimas y el tiempo puede cambiar rápidamente de un valle a otro. Incluso durante la breve estación seca, los vientos alisios de las Antillas, cargados de humedad, chocan con las cordilleras, por lo que nunca faltan los chubascos.
La costa del Pacífico tiene una estación mucho más seca. Las precipitaciones rondan los 1.700 mm anuales en Ciudad de Panamá, casi la mitad que en la costa caribeña. La brisa marina suele ahuyentar las nubes y el sol brilla con fuerza, aunque siempre puede desatarse una buena tormenta. En invierno, en cambio, los cielos están más nublados y el aire se llena de una intensa humedad, cercana al 100%. Es una sensación sorprendente "masticar el aire" al llegar, ¡sobre todo al salir de la explanada climatizada del aeropuerto! Aparte de un breve periodo de sol que dura quince días en julio, conocido como el veranillo, las tormentas(aguaceros) estallan todos los días durante esta estación. Suelen producirse a primera hora de la tarde (de mayo a septiembre) o a última hora de la tarde (de octubre a diciembre). Se ven venir desde lejos. Cuando el viento se levanta, la humedad se vuelve extrema y el cielo adquiere una tonalidad tinta, tenga cuidado: en pocos minutos caerán trombas de agua. ¡Y es realmente espectacular! En la capital, inundan las calles y provocan atascos interminables... Para disgusto de los transeúntes, los taxistas tienen la buena idea de improvisar una pequeña siesta. Apenas les molestan los truenos, que sacuden las torres de cristal y hacen sonar al mismo tiempo conciertos de sirenas de alarma... Estas lluvias no suelen durar más de una o dos horas, pero pueden causar daños en ciudades muy hormigonadas, como la ciudad de Panamá, o en pueblos situados a orillas de los ríos. En las montañas, también hay algunas tormentas finas, pero lo más frecuente es que sea una lluvia fina y persistente la que espera al excursionista... En Boquete, Santa Fe o El Valle, se llama bajareque. Esta llovizna suele comenzar a primera hora de la tarde, por lo que es aconsejable salir temprano por la mañana de excursión. Octubre y noviembre son los meses más lluviosos, pero como en todas partes, el clima es un poco errático, ¡así que el tiempo siempre está lleno de sorpresas! Para hacerle frente, lleve un paraguas en el equipaje. Puede utilizarlo para resguardarse de la lluvia o para protegerse del sol, siempre intenso en los trópicos
Tormentas tropicales
Panamá escapa a los huracanes y ciclones que azotan regularmente el Caribe entre junio y noviembre. Sin embargo, el país no es inmune a violentas tormentas tropicales durante el "invierno", acompañadas de potentes vientos y lluvias torrenciales. Estos episodios pueden provocar inundaciones repentinas y corrimientos de tierra, con la consiguiente pérdida de vidas humanas y daños materiales cada año.