Consolidación de la República

El 30 de noviembre de 2021, Barbados dio el paso histórico de convertirse en república. Miembro de la Commonwealth desde su independencia en 1966, Barbados reconocía anteriormente al monarca británico como Jefe de Estado. Esta transición a una república marca un nuevo capítulo en el largo proceso de descolonización del país y en la toma de las riendas de su propio destino.

Aunque este importante cambio constitucional implica el abandono del estatus de Barbados como reino de la Commonwealth, el país mantiene su pertenencia a la misma. Por el momento, aparte del cambio de régimen y de Jefe de Estado - Dame Sandra Mason, la última Gobernadora General de la isla, ha sido elegida por el Parlamento (compuesto por la Cámara de la Asamblea y el Senado) para asumir el papel de Presidenta -, la vida cotidiana de los barbadenses no se ha visto alterada.

El 20 de junio de 2022 se creó una Comisión de Revisión de la Constitución. Su principal objetivo es examinar los textos fundamentales del país y proponer los cambios necesarios para establecer una república parlamentaria sólida. Los resultados de sus trabajos y de las consultas a la población se presentarán el 30 de junio de 2024. Esta Comisión desempeña un papel crucial en la definición del futuro de Barbados como república independiente.

Diversificación de la economía

Barbados sigue dependiendo en gran medida de la caña de azúcar y, sobre todo, del turismo, que aporta el 40% del PIB y emplea a gran parte de la población. La vulnerabilidad de este pilar económico quedó patente durante la crisis de Covid-19, cuando se paralizaron los viajes. Aunque el gobierno intervino para apoyar a este importante sector económico, esto sólo sirvió para agravar un nivel de deuda ya elevado. Hace varios años, en colaboración con el FMI, el país puso en marcha el plan de Recuperación y Transformación Económica de Barbados, cuyo objetivo es apoyar la transformación de la isla a través de 8 pilares: la transición ecológica y la construcción de infraestructuras resilientes; fomentar la construcción de viviendas para personas con rentas bajas y medias; invertir en formación y educación; preservar la estabilidad financiera y movilizar el ahorro nacional para la inversión local; convertir al Gobierno en un catalizador para mejorar la productividad, impulsar la competitividad y las exportaciones ; hacer de Barbados un centro logístico; promover la diversificación a través de nuevas actividades económicas especializadas centradas en una nueva economía del conocimiento y adoptar políticas de apertura del mercado laboral mejorando al mismo tiempo la productividad y la competitividad (uno de los puntos negros del mercado laboral).

Cuestiones sociales

A pesar de una tasa de alfabetización que haría enloquecer de envidia a los países occidentales (99,6% según el FMI, sólo superada por Cuba en la región), las desigualdades educativas y socioeconómicas siguen siendo un problema recurrente. Existe un gran abismo entre los más ricos y los más pobres, y entre las zonas urbanas y las rurales. El acceso a la educación y al empleo sigue siendo problemático, y la tasa de desempleo se mantiene relativamente alta (8,2%). Esta compleja situación da lugar a problemas sociales como la pobreza, la delincuencia y la exclusión, que dificultan la cohesión social y obstaculizan el desarrollo equitativo del país.

Medio ambiente y cambio climático

Como se dará cuenta enseguida, Barbados es bastante llano y está muy urbanizado, sobre todo en las costas Sur y Oeste, muy frecuentadas por los turistas. Esta concentración urbana va acompañada de un desarrollo desenfrenado del hormigón, a menudo en detrimento de las zonas naturales y agrícolas. Aunque el turismo es un pilar económico crucial para Barbados, pues genera ingresos y puestos de trabajo, no está exento de efectos negativos. El aumento del número de edificios, la creciente demanda de agua, la proliferación de residuos y la contaminación del aire y el agua están socavando el medio ambiente y amenazando la sostenibilidad de la isla. La creciente urbanización también está minando las zonas naturales que aún se conservan (algunas, como el Santuario Natural de Graeme Hall, están amenazadas).

Ante esta situación, Barbados se encuentra en una encrucijada. Por un lado, la necesidad urgente de preservar sus recursos naturales y garantizar un futuro sostenible a sus habitantes. Por otro, la necesidad de mantener un sector turístico dinámico y diversificar su economía.

Elcalentamiento global complica las cosas y ya está teniendo un impacto tangible en la isla. El aumento de la temperatura del agua del mar amenaza el arrecife de coral, hogar de una rica flora y fauna submarinas. El calentamiento de los océanos también se traduce en tormentas tropicales más violentas y frecuentes, lo que aumenta el riesgo de huracanes en Barbados. La estación seca también se alarga, lo que pone a prueba los recursos hídricos de la isla, ya de por sí poco óptimos. El aumento del nivel del mar también significa erosión costera. Es sobre todo la estrecha costa occidental, la más popular entre los turistas, la que está amenazada. Su topografía llana también expone a Barbados a graves inundaciones.

Las soluciones. Las iniciativas para atajar estos graves problemas incluyen la proliferación de granjas de paneles solares, proyectos de reciclaje de aguas residuales para riego y consumo, y proyectos de parques eólicos marinos . El objetivo es que la isla llegue a utilizar el 100% de energías renovables en 2030. La restauración de los hábitats naturales también está en la agenda del gobierno de la Primera Ministra Mia Mottley.