L' ESCALINADA
Cómo llegar y contactar
Este es uno de los más dignos representantes de la cocina nizardesa hasta el punto de que el New York Times, La tribuna de Ginebra, la Mujer actual y el País de Provenza le hayan dedicado reportajes. Abierto desde 1952 este establecimiento se enorgullece (y con razón) de sus rellenos, sus rosñones de flores de calabacines, su delbe a la antigua acompañada de sus gnocchi hechos con mano, sus sardinas en el escabecho, sus hojas de vid reprimidas, su porchetta (cerdo de leche rebosante), sus salmonetes a la salvaje (aceite de oliva y tomm), su bacalao a la provenzal o su picatta de ternera en el marsala. En cuanto a la pastelería, el invierno hace la tarta de nueces (¡consistente!) y el verano con tarta de limón. En cuanto al sótano, el chef, el gran aficionado de vino, no tarda en disfrutar de los elogios sobre su Clos Saint-Vincent (bellet, necesariamente), su Font du Broc (costa de Provence), su Clos Saint-Joseph (de Villars-sur-Var) y su Mas de La Rouvière (Bandol). Hay que destacar que una parte de la pissaladière y un kir te ofrecen en cuanto te pongas bajo la mesa. Una vez que hayas llegado a la hora del digestivo, recuerda la farigoulette, el digestivo nizaro por excelencia (un licor de tomm). Y para no arruinarlo, la recepción y el servicio son impecables.