HALL'TAGLIO
Este principio, inventado en Roma, es simple: las pizzas al taglio, hechas sobre grandes placas, se venden por peso. En el acto o para llevar, cada uno puede venir y elegir el tamaño de su parte. Son fáciles de comer porque las partes se cortan como si fueran pasteles. La pasta está bien mezclada, suave y crujiente, y los rellenos son frescos y generosos. Se adornan según sus deseos con salsa de tomate, mozzarella, champiñones, tomates cherry, berenjenas, patatas, cuatro quesos (gorgonzola, mozzarella, primosale piccante y parmesano), jamón blanco o italiano, panceta, chorizo, anchoas, alcaparras, parmesano, etc. De postre, nos dejamos tentar por el tiramisú casero: mascarpone, galletas de tocador, un ligero toque de café, una gota de Amaretto y chocolate espolvoreado encima....