Dirección parisina que prepara productos locales, trozos de carne a la plancha y postres.
¿Hay más palabras más bonitas que "comer a la buena"? Además, en el corazón del viejo Montmartre, el de los artistas y de los conferdeonistas. ¡Esta moneda, Patrick Fracheboud, está de acuerdo en que todos los platos propuestos son generosos y de calidad! No hay que burlarse de ellos porque su albergue está muy frecuentado por los turistas. Por el contrario, es necesario que el dixit Patrick les proponga lo que se hace mejor en el patrimonio gastronómico francés, los Montmartres no se equivocan porque, también ellos en bandas de amigos frecuentan el lugar. Así pues, en este decorado de guinguete, todos los bellos representantes de nuestras tierras están allí, caracoles de Borgoña a las riletas de sardinas como la abuela de la Perla de los Dioses pasando por una ensalada como en Lyon, con entre otros un excelente salchicha pistaché. Qué decir de las piezas de buey a la plancha, naturaleza o salsa de pimienta: se retrocede en estado bruto de simple carnívoro tanto la carne es buena y sabrosa… en cuanto a los postres, son notables, como los helados y sorbetes (caramelo con crema salada…) o el muy plebiscito Fontainebleau (con gritos o crema de marrón). Y como el "buen trago" debe acompañar al "bien comer", Patrick ha seleccionado a los viticultores que cultivan su vid en bio y biodinamita. Una dirección como la que hay cada vez menos en Montmartre… Nos encanta el estado de ánimo del chef y el contenido de los platos. Patrick Fracheboud posee también otra dirección muy bonita: las Noces de Jeannette cerca de los Grandes Bulevares.