Dirección con terraza que sirve platos colombianos, un menú de carnes y plátanos con hermosos sabores.
Detrás de una fachada bien roja descubrimos un entorno divertido: las muñecas u otros objetos más bien no identificados colgan en el techo, en las estanterías, es más que de empuje. Uno parece estar en una habitación de niños… en verano, en la terraza, sólo hay un inconveniente: la circulación de la calle Saint-Jacques… las camareras son muy agradables, el ambiente distendido y no toma la cabeza. Al chef colombiano le gusta probar los platos de su país, pero también de los países vecinos. A la carta, bonitos sabores como el limón criollo son carne de ternera acompañada de judías negras, plátano macho frito y arroz blanco o un tamal de Guatemala, pastel de pero relleno de buey, pollo y cerdo, cocido a vapor en una hoja de plátano. Hay que descubrir sin moderación.
No visitar este restaurante muy malo. La comida mala calidad. Todo. Toda la comida vieja. Y mal sabor. A dañado. Las alubias. Estaban enpegotada. Y sabien a guardado. Problema todo los tostone. Quemados. Mal.
La soirée a été plus rapide que prévu, ils nous ont fait sortir du restaurant à 00h30!!
Toutes les demi-heures après 23 heures, la serveuse a commencé à nous inciter à partir avec un ton très hautain et en coupant la musique.(Malgré l'explication que cela a été vu avec le gérant au moins trois fois).
Ensuite, au moment de payer au comptoir, une autre serveuse tout aussi glaciale, j'ai dû lui demander de me rendre ma monnaie car elle continuait à encaisser la personne suivante.
Je suis vraiment déçu de la part d'un restaurant Latino qui est supposé être accueillant, avoir une bonne ambiance et être convivial. Mis à part les repas qui ont été excellents, le service devrait être amélioré de manière significative