Cuadros, lámparas de araña y espejos marroquíes, la decoración exótica y acogedora se adapta tanto a las parejas como a una mesa de amigos. Mohand sabe recibir, esta bienvenida distendida desde 1974, cuando su padre creó esta buena casa. Tras haber encendido un bonito bocadillo, Mohand nos rodea una carta en la que figuran varios cuscús. Estos últimos, servidos en muy generoso plato de terracota, están acompañados de garbanzos, pasas y una excelente sémola muy fina y ligera. Hay siete tipos, entre ellos el real: brochetas de cordero, merienda de buey y carne de cordero cocida en salsa con verduras. Está bien en la tradición kablo, es bueno y copioso. Pero si tienes hambre de león coge los cuernos de gacela. También hay helados para los regímenes sin azúcar. El té con menta se sirve según la costumbre. A lo largo de la cena Mohand, no te falta nada. Y como el jefe, la cuenta es siempre agradable.
Le couscous royale poulet complet ...un délice
A coup sur nous y reviendrons
Quantité et qualité au top, prix très correct
Penser à réserver
Apero (copieux) couscous ,sorbet,café boulaouane 2 bouteilles à 8 dont 4 dames. 32 euros