Restaurante que ofrece platos muy tentadores elaborados con productos frescos.
Una fachada que no paga una mina. Una entrada discreta, en la esquina de una calle. Una decoración industrial. Pero una cocina, mis amigos… La pereza de Angus con ajo es una pura maravilla. La cocción está perfectamente dominada, lo que nos da una carne reluciente a la cuchara, salpicada de ajo, regada por un zumo suntuoso… No te pierdas el plato hasta el final para no perder una gota. Una pura maravilla, le digo. Esto cae bien, es la especialidad de la casa, servida en todas las temporadas, que llueve o que vende. Acompañada de patatas fritas: la felicidad. La "pizarra" del Capricorne (un cuadro negro de escolares de hecho) propone otros muchos platos muy apetecibles, elaborados a base de productos frescos y que varían al ritmo de las estaciones. Una selección de cervezas y vinos. ¡Un lugar sorprendente! No se atengan a las apariencias.
J’y reviendrai dès que possible !!
Le lieu est convivial et possède peu de tables/couverts donc ça ne crie pas comme dans certains restaurants où on ne s'entend pas parler. Un gros plus également. Mention spéciale à la gérante qui est au petit soin avec sa clientèle et qui tient parfaitement la boutique. Je recommande à toute personne cherchant à passer un bon moment !