Parrilla de leña y cocina casera en el corazón del barrio de Mazarin.
En el corazón del barrio Mazarin, esta antigua posada de correos de las coronas del rey se convirtió en restaurante con una sala al marco auténtico, techo de estilo francés con vigas de madera, rueda de diligencia a modo de lámpara y gran chimenea a la antigua. También podrás sentarte en un patio muy luminoso gracias a su cristalera donde reina el viejo pozo que servía para abrevar los caballos. La cocina hace la parte bonita a las parrilladas de madera cocidas a punto por el maestro de los lugares Olivier de repente: mix de carne con chuletas de cordero, magret de pato, riñones de ternera y sorpresa de ternera. En el mapa: foie gras de pato entero, pasta fresca con vieiras. Entre las sugerencias del momento: rotura de scampi, filetes de salmonete o de San Pedro asados. El más: la calabaza casera. La carta de postres es original, como el nido de amor flamenco al gran maraña directamente en la sala o incluso esta crema quemada con lavanda. ¡Todo es casero! El trato es extra y los grupos bienvenidos.
Prix très abordable. Nous allons recommander ce restaurant à nos amis et familles