Mucho antes de que Lyon se convirtiera en la capital mundial de la gastronomía, pero también de todas las restauraciones… nunca se iba al restaurante por la noche. No, venimos por la mañana en el día de trabajo para tapar entre personas de buena compañía o a mediodía para romper la corteza en la esquina del mostrador. Pues bien, eso es lo que nos proponen hacer Patrick Meguin, gerente y cocinero bien conocido de la casa de Moustache en el fuego Mercado Ferrocarril, y Francine Gippa, su adorable asociada de origen champenoise. Los dos mantienen la tradición en el corazón de este barrio en plena mutación que no debe perder sus buenas cosas. De la cordialidad, sobre todo, con unos generoso desayunos que se toman en fanfarrón al ritmo de la actualidad del día y de los comentarios de cada uno, al ritmo de un servicio eficaz a mediodía para respetar los horarios. Y entre los dos, siempre se tarda un buen apetito y una sed. Tradición lyonesa obliga. En la cocina, todo es casero y no se hace trampa con la calidad de los productos de temporada ni con los preparados caseros. En una sala que se ha vuelto una belleza y que ahora está climatizada o en una terraza encantadora, se tarda el tiempo en degustar el arte de vivir en la lionesa. Simplemente es deliciosamente inteligente.
le café gourmand est copieux.
très bon rapport qualité-prix