PALACIO NACIONAL
Este palacio alberga los frescos pintados por Diego Rivera, que representan a más de doscientos personajes históricos
Epicentro de la vida política del país desde la época del Virreinato español, el Palacio Presidencial sigue siendo la sede del poder ejecutivo del país, donde cada mañana, a las 7, el Presidente López Obrador mantiene un debate de hora y media con la prensa durante la ya famosa mañanera. Sobre el monumental pórtico central se encuentra la famosa Campana de la Libertad, que el cura Hidalgo hizo sonar por primera vez en Dolores (en el estado de Guanajuato) el 15 de septiembre de 1810, marcando el inicio del proceso independentista mexicano. Para conmemorar este acontecimiento, la campana se toca todos los años ese día a las 23.00 horas, mientras el actual Presidente de la República hace una aparición pública en el balcón y lanza el "Grito de Dolores". En 2010, se inauguró un nuevo espacio expositivo dentro del complejo: la Galería Nacional muestra documentos institucionales relacionados con la historia del país.
En ella se pueden contemplar los frescos pintados por Diego Rivera entre 1929 y 1935, que representan a más de doscientos personajes históricos y pretenden exaltar la identidad nacional, desde el glorioso pasado indígena hasta las luchas de obreros y campesinos que alcanzaron su punto álgido durante la Revolución.
Su obra más importante se encuentraen el cubo formado por la escalera principal. En el lado norte de la escalinata, la cultura tolteca ocupa un lugar central, como representante de las civilizaciones prehispánicas en su conjunto: el sacerdote Quetzalcóatl enseña aquí a su pueblo antes de tener que exiliarse a oriente, símbolo de su pronosticada derrota a manos de los españoles, mitigada por su renacimiento como serpiente emplumada.
En la parte central de la escalinata, dominada por el águila nacional, se representa la Conquista española con la toma de Tenochtitlan y la imposición espiritual en forma de monjes franciscanos y dominicos. Siguen escenas del México independiente: la intervención norteamericana de 1847; la segunda intervención francesa y el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo; la Reforma Liberal de 1857; y la Revolución.
En el ala sur de la escalinata, Diego Rivera desarrolla sus temas preferidos: la transición de una economía capitalista a una sociedad socialista, en la que obreros y campesinos recuperarían su destino, confiscado por la propiedad privada de los medios de producción, en manos de élites nacionales e internacionales. La venganza intelectual contra el poder de la Iglesia estaba simbolizada por la educación popular y obligatoria para todos. Bajo un sol naciente, el propio Karl Marx muestra a un campesino, un obrero y un soldado el ideal de igualdad en que se basaba esta nueva sociedad.
A lo largo del corredor norte, Rivera demuestra su vasto conocimiento de las culturas prehispánicas: el mercado de Tlatelolco; el cultivo del algodón, el cacao, el maíz y el agave que produce el pulque; el arte de la orfebrería y la plumería; el pago de tributos en metálico; la interpretación de oráculos; la construcción de pirámides y el trazado de caminos; el rito sagrado de los voladores, originario de Veracruz.
Elúltimo espacio se sitúa en el corredor oriental, conocido como "el desembarco de los españoles"; aquí Rivera aborda la decadencia y caída de las civilizaciones prehispánicas simbolizadas por el mestizaje, las enfermedades, la introducción de animales de granja europeos y un nuevo sistema productivo caracterizado, entre otras cosas, por la llegada de esclavos africanos.