Sitio que ofrece una visita con traducción al francés a la isla de Avery.
Ya era hora de darle un lavado de cara a este lugar, que no se había movido desde 1868 No es que los barriles hayan sido los mismos desde entonces, pero la fábrica de Tabasco se ha modernizado para ofrecer una visita, que ahora es de pago, pero que resulta mucho más cautivadora que el vídeo de 10 minutos y el paseo de 20 minutos tras el cristal. El recorrido, más interactivo, incluye un vistazo a cómo se cultivan los chiles en el invernadero, seguido de una visita al museo, que recoge multitud de objetos y herramientas relacionados con los primeros días de la legendaria empresa de McIlhenny, así como un sinfín de subproductos de distintas épocas. También se pueden ver las cubas donde se mezcla el vinagre con el puré de guindilla y los famosos barriles donde la mezcla ardiente espera tres años antes de acabar en botellas. El restaurante también se renovó hace unos años. Ubicado en una casa de estilo criollo, podrá degustar cangrejos etouffee, gumbo, morcilla, etc., todo ello condimentado con el tabasco de su elección. Por último, en la tienda podrá deleitar su paladar con una Coca-Cola, un helado o una mermelada de Tabasco, o probar los nuevos productos. Hay nada menos que ocho sabores por descubrir, del más suave al más fuerte, con la famosa "salsa escorpión " reservada a los paladares avezados. Para los golosos y los que quieran ensuciarse las manos, se organizan demostraciones culinarias y clases de cocina previa reserva. También hay disponible una traducción al francés de la visita.