TUMBA DE DABAOTAI DEL HAN OCCIDENTAL

Saqueado en la antigüedad, esta tumba fue redescubierto en 1983. Las dos tumbas que lo componen son accesibles al público hoy, una en estado de ruinas calcinadas y la otra transformada en museo. Se cree que esta secpultura fue construida para Liu Dan o su hijo Liu Jian bajo los auspicios de Yuan Shou y Chu Yuan (de 117 a 45 a. C.) de la dinastía Han. La tumba se presenta en forma de "T" mayúscula, en un palacio subterráneo excavado a 4,70 metros bajo tierra. Para acceder a ella, se pasa por una especie de recinto exterior, de 42 metros de longitud, de madera de ciprés amarillo tallado en troncos rectangulares. Luego se penetra por un corredor en la sala anterior, donde en una gran placa de lacra se colocan varios objetos que se han considerado indispensables para su vida en el más allá. Se nota la vajilla, los juegos, los espejos elaborados… La sala posterior que aparece, como todas, revestida de troncos de cipreses instalados verticalmente es de hecho la sala funeraria donde cinco ataúdes lacados encajan unos en otros como muñecas rusas. Al lado de la entrada se observó la presencia de tres coches de tima única que pertenecieron al fallecido, así como huesos de esqueletos de caballos, que fueron sacrificados cuando murió. Según documentos, sólo los príncipes circulaban por este tipo de vehículo. Sin embargo, las reliquias que se ven están en muy mal estado, una rueda lacada por aquí, un hueso por allá, un eje de rueda más lejos, algunos trozos de arnés de plata o chapados oro dispersos… a pesar del saqueo de que ha sido objeto esta tumba, se han expuesto algunos vestigios, como un puñado de puertas de bronce dorados que representan un animal fabuloso o un disco en alabastro en el que bailen un dragón y un fénix, o accesorios variados de piedras preciosas que formen tigres, dragones u otros animales mitológicos, objetos de laca decorados o esta barra de hierro con la marca " Yu ", una forja oficial del reino de entonces.