Cerca de la frontera con Alemania, sede del Parlamento Europeo, capital de la Navidad, de Alsacia y del Extremo Oriente, Estrasburgo cuenta con una cultura y una arquitectura que combina influencias latinas y germánicas. Emblemático de la ciudad, la suntuosa catedral gótica de Notre-Dame de Strasbourg, con una decoración tallada como una estructura de encaje, ofrece entretenimiento diario alrededor de su reloj astronómico. Subiendo hasta la mitad de su campanario de 140 m de altura, se puede disfrutar de una hermosa vista del Rin y de una de las ciudades europeas más bellas. Estrasburgo, 2.000 años de historia, ha visto todo su centro de la ciudad clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988. La gente viene aquí para descubrir su historia y su patrimonio, y para disfrutar de su arte de vivir y de su gastronomía. Cultivada por tradiciones milenarias, la cocina estrasburguesa se renueva constantemente bajo la influencia de chefs inspirados y audaces. Mientras tanto, los populares y tradicionales winstubs, amistosas tabernas que sirven como generosos sauerkraut, baeckeoffes y pasteles flambeados espolvoreados con cerveza de barril. Desde Estrasburgo, también puede visitar los viñedos alsacianos, las montañas y los lagos, ciudades y pueblos encantadores a ambos lados del Rin, disfrutando de una gran variedad de paisajes.