PARQUE SANSSOUCI
El parque cuenta con varios monumentos, como el castillo, los jardines, la casa de té china, las estatuas y el invernadero...
Fue Friedrich Wilhelm II, sobrino de Federico II, quien inició el desarrollo del parque de Sanssouci, en un estilo radicalmente opuesto al del propio edificio. Aproveche al máximo su visita a uno de los parques más bellos de Europa: comience en el castillo de Sanssouci y descienda por los jardines en cascada hasta la gran fuente. A continuación, siga el arroyo hasta la Chinesisches Teehaus (Casa de té china), con su fabulosa arquitectura y magníficas esculturas doradas. Vuelva al arroyo y continúe hacia la izquierda para llegar a los baños romanos (Römische Bäder), una imitación de villa romana construida por Schinkel y Persius. Detrás de este homenaje a la Antigüedad, encontrará un guiño de Schinkel a los rasgos puros del Renacimiento en Schloss Charlottenhof, que contiene reproducciones de estatuas clásicas. A su izquierda, tome el camino que atraviesa prados floridos hasta el Neues Palais. Aunque carece del prestigio de su vecino, el Palacio Nuevo bien merece una visita, aunque sólo sea por las zapatillas que hay que ponerse a la entrada. Desde aquí, tome la enorme avenida principal del parque. Al cabo de un kilómetro, mire a su izquierda y descubrirá el inmenso invernadero, cuya arquitectura recuerda a la de los mejores palacios de la Toscana. Siga las callejuelas que rodean el Historische Mühle (molino histórico) de vuelta al Château de Sanssouci. Venga entre mayo y octubre, ya que muchos monumentos están cerrados entre noviembre y abril.