TEATRO ROMANO
El teatro romano, actualmente situado entre el templo de Baalat-Gebal y el mar, fue desplazado para permitir la continuación de las excavaciones en su lugar primitivo (noreste del estómago). En el origen se encontraba entre la puerta de la ciudad y los dos templos superpuestos. De este teatro del siglo III sólo quedan las cinco primeras gradas, el escenario adornado con pequeñas columnas corinthianas y el suelo de la orquesta que antiguamente recubierta un mosaico que representa a Bacchus.
Ante el teatro, se descubrió una necrópolis real en 1922, tras un desplazamiento de terreno. Estos pozos cuadrados de unos diez metros de profundidad dan acceso a las habitaciones funerarias situadas lateralmente. Estas últimas contienen el sarcófago y las ofrendas del rey fallecido. Después del funeral, un muro obstruyó la cámara funeraria y se recuperaba el pozo de piedra, tierra y cenizas. Esto no impide a los saqueadores registrar algunas tumbas desde la Antigüedad.
El descubrimiento de la necrópolis ha permitido poner al día magníficos objetos (espejos, cortes de loza, jarrones, joyas de piedras preciosas…) y varios sarcófagos de gran valor. El más interesante es sin duda el sarcófago del rey Ahiram (siglo XIII a.), expuesto en el Museo Nacional de Beirut. Apoyado por cuatro leones arrodillados, contiene bajorrelieves muy influenciados por el arte egipcio. Las inscripciones visibles en la tapa del sarcófago son la forma más antigua del alfabeto fenicio. Al bajar al castillo, se bordean las murallas antiguas construidas hacia 2800 a. C. En aquella época, dos puertas, marítimo y terrestre permiten acceder a la ciudad.