ABBAZIA SANT'ANTIMO
Majestuosa abadía fundada en el año 781 y enclavada en el campo, uno de los monumentos románicos más sorprendentes e importantes de la Toscana
Enclavada en el corazón de la campiña, esta majestuosa abadía benedictina de piedra rubia es uno de los monumentos románicos más llamativos e importantes de la Toscana, cautivando a los visitantes por el contraste entre su poderoso campanario cuadrado y la suavidad de sus líneas redondeadas. Cuenta la leyenda que la abadía de Sant'Antimo fue fundada por orden de Carlomagno en 781, siguiendo el sobrio modelo de Cluny. Sus formas arquitectónicas recuerdan a las grandes iglesias románicas de Francia.
El interior, de una sola nave rectangular, presenta capiteles finamente tallados y frescos murales de Giovanni d'Asciano. Bajo el altar mayor se encuentra la cripta carolingia. Inmersa en la paz y la tranquilidad, la abadía de Sant'Antimo es un lugar apacible para meditar. El exterior está iluminado hasta medianoche.
Una comunidad de sacerdotes y monjes, la mayoría de ascendencia francesa, sigue viviendo aquí en la actualidad. Todos los domingos, a las 11 de la mañana, es posible asistir a la misa celebrada con cantos gregorianos, y apreciar así la extraordinaria acústica de la iglesia.
Todos los años, la víspera del 11 de mayo, una procesión de antorchas en honor de la fiesta de San Antimo recorre los alrededores de la abadía, congregando a numerosos fieles y curiosos. San Antimo fue un mártir del siglo IV de la ciudad toscana de Arezzo. La abadía se construyó sobre los cimientos existentes que contenían los restos de este santo, fallecido en 352.