DROVA
Este restaurante deja a todos los rusoparlantes que pasan por casualidad: la voz del cantante Sergei Tchonichvili resuena en la calle, repitiendo con una voz suave: «ech, ech, skolko smojech», es decir, «come, come, siempre que puedas». Efectivamente, el restaurante se jacta de proponer un bufé a voluntad de 55 platos rusos tradicionales para 600 R: sandra en gelatina, patas de pollo, ensalada olivo, cerdo, pastel en el tvorog (especie de faissilla) y medovik (pastel de miel). Marco agradable y agradable un brin kitsch siguiendo la moda rusa del todo ecológico: drogará significa madera, que es el material de construcción principal del lugar. Buisness lunch a 190 R y desayuno a 100 R. En el restaurante de la calle Pokrovka, podrás alquilar un ordenador portátil para utilizar la conexión wifi. Una nueva versión "japonesa" de esta cadena fue abierta por Nikolskaia. El buffet a voluntad japonesa está a 850 R y business lunch a 240 R.