Hay un restaurante que no puede dejar indiferente. Situado en el centro histórico de la ciudad, un encanto particular proviene de este local: salimos de los senderos batidos. Su decoración particular evoca el tiempo pasado… el precisamente de los Guasconi. La atmósfera es cálida y acogedora. Un sello rústico similar a la imagen de las tabernas de antaño se da por el mobiliario exclusivo de madera maciza, la autenticidad de sus objetos, las vigas vistas y las paredes de época. Una terraza exterior en la calle peatonal, utilizada en temporada alta, permite disfrutar de la animación y del ambiente característico de la ciudad. Su fama ya no es para los habitantes de la ciudad, ya que es para muchos Bressans un lugar de encuentro ineludible. ¿Sus bazas? Su equipo y su cocina. Un equipo joven y dinámico de extrema amabilidad a disposición del cliente. Cocina típica con una gran variedad de platos tradicionales como los gnocchi de patatas con crema de puerros y de bagoss (el queso local) o la tagliata (finas lonjas de carne) de buey en la scamorza (queso ahumado). No te pierdas los postres caseros. Todo ello acompañado de una gran variedad de vinos para todos los gustos y precios.
excellent