FETE DE LA MARE
Cómo llegar y contactar
La fiesta suele celebrarse a finales de mayo, pero la fecha exacta sólo se especifica unas semanas antes, en función de la luna. En esta ocasión, guineanos de todas las etnias e invitados de países vecinos o más lejanos, apasionados por las tradiciones y la música, se mezclan alegremente durante un día y una noche. En la víspera de la pesca, las máscaras vestidas de hojas reciben a los primeros visitantes bailando. Es el comienzo de una gran vigilia en la que los griots cuentan historias al son de sus koras, los bailarines adaptan sus pasos al ritmo frenético de los djembes y los pequeños vendedores ofrecen sus mercancías a la luz de sus lámparas. La mayoría de la gente duerme muy poco, antes de reunirse al día siguiente para formar nuevos grupos de baile con trajes tradicionales. Por la mañana, guerreros con el torso desnudo y armados con espadas bailan durante varias horas bajo el sol al ritmo de los djembes. Entonces aparece el Nié Dian, una máscara montada sobre zancos, que ejecuta una danza durante la cual demuestra su agilidad y sentido del equilibrio antes de desplomarse voluntariamente en el suelo. A continuación, los asistentes imitan simbólicamente el golpeo del mijo en un mortero colocado sobre su cuerpo sacudido. Finalmente, el Nié Dian, más fuerte que los humanos, triunfa sobre su esclavitud y se levanta de nuevo, antes de marcharse, victorioso. Mientras tanto, la multitud recorre el bosque sagrado, comprando sus coronas de kinkeliba o haciendo ofrendas de nueces de cola o billetes para atraer la protección de los ancestros. Los jóvenes bailan al ritmo de la "dundumba", las danzas de los hombres fuertes. A primera hora de la tarde, una gran procesión compuesta por todos los futuros pescadores, equipados con trampas o redes artesanales, y dirigida por incansables músicos, se dirige cantando hacia el bosque sagrado. De hecho, este bosque está formado por unos magníficos quesos, cuyos inmensos y arrugados troncos sirven de telón de fondo a un frenético sarabeo, levantando una polvareda que pronto impide ver a los vecinos. Cuando todos empiezan a quedarse sin aliento, la población se reúne alrededor del estanque y espera la señal del guardia. Cuando se da la señal, todos se precipitan al estanque y escarban metódicamente en el cieno para pescar peces de todos los tamaños. Aunque no se sumerja en el estanque con los demás pescadores, seguro que la fiesta le dejará recuerdos inolvidables y auténticos.