CEMENTERIO NACIONAL
Un primer cementerio fue acondicionado en esta ubicación en los años 1930 por los rusos para celebrar los héroes de la Revolución bolchevique. Después de la independencia, empezó a acoger los restos de los grandes hombres de la joven nación: académicos, poetas, políticos, historiadores… sólo el Presidente está facultado para decidir sobre la pertinencia de enterrar aquí a un gran hombre. El gobierno asumirá entonces el funeral después de que la familia del difunto haya aprobado el proyecto de tumba. Entre las tumbas más emblemáticas, se encuentra la de Ouzeir Gadjibekov, autor en 1908 de la primera ópera al este, Leili y Majnoun, un Romeo y Julieta local donde los niños de dos ricas familias visceralmente enemigas intentan hacer un lugar a su amor. En ese país aún musulmán, el papel de la joven Leyli fue llevado por un hombre, que ocultaba sus bigotes bajo un velo. Pero su voz ha encantado tanto a los espectadores que algunos hombres enamorados, se han visto sorprendidos por encontrarse con ese bistacho al ir a darle flores en su camerino… la historia terminó trágicamente porque el actor en cuestión fue asesinado por fanáticos musulmanes dos años después por encarnar a una mujer en el escenario.
Cabe señalar también la tumba del poeta Bakhtiar Vahabzadeh (1925-2009), que se oponía duramente, desde su edad más temprana, a la ocupación soviética y contaba con muchos años de cárcel por atreverse a escribir sobre temas tan disidentes como la libertad o la independencia. Rodeada de tres pirámides recubiertas de un impecable césped y anterior a un fresco fresque ilustra la belleza de los paisajes azerbaiyanos, la tumba del presidente Heydar Aliyev, coronada por una estatua de mármol, ocupa evidentemente un lugar preferente en el cementerio.