GRANDE CASCADE ET PETITE CASCADE
Explore las cascadas de Mortain, verdaderos tesoros naturales de la Suiza normanda.
A poca distancia del centro de la ciudad, dos bucólicas cascadas retumban en el valle de Mortain. Y al llegar aquí, el paisaje cambia: las tierras de labranza cubiertas de setos dan paso, en algunos lugares, a paisajes de baja montaña; estamos hablando de la Suiza normanda, ¡y con razón! La pequeña cascada es alimentada por el Cançon, que se precipita por las rocas para formar un estrecho cañón de agua corriente, vertiendo majestuosamente sus aguas en una cortina de encaje que conforma un paisaje fascinante. La Grande Cascade es la mayor cascada del Oeste. Su caída de 25 metros impresiona por su caudal y su notable entorno rocoso. El camino hacia la Petite Cascade está bien trazado y conduce a la Chapelle Saint-Vital, escondida en su entorno verde, y al Rocher Brûlé, que ofrece una vista de pájaro de la ciudad. A continuación, se llega a la Grande Cascade, que desciende en cascada por su barra de arenisca armoricana. Aquí desemboca el Cance, afluente del Sélune. Los rododendros que florecen a finales de mayo y principios de junio contribuyen a su encanto. La escalinata del camino conduce a una pasarela de madera que cruza el río y permite disfrutar plenamente de este espectáculo perpetuo que cambia con las estaciones. La oficina de turismo ofrece visitas guiadas a estos lugares, que revelan las leyendas populares locales asociadas a ellos. Infórmese con antelación, ya que el lugar puede estar muy concurrido, sobre todo cuando hace buen tiempo.
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