IGLESIA Y MONASTERIO DE SAN AGUSTÍN
Soberbia iglesia cuyas naves están decoradas con pinturas del artista Miguel de Santiago que representan la vida de San Agustín
Tras las pesadas puertas de madera, cubiertas por una entrada de piedra, se encuentra una hermosa iglesia del siglo XVI. Sus naves están decoradas con pinturas del artista Miguel de Santiago que representan la vida de San Agustín y adornadas con magníficos y elaborados retablos. El techo también es notable. Dañado por sucesivos terremotos, ha sido restaurado varias veces. En la sala capitular hay una profunda cripta. La silla y la mesa se utilizaron para la firma del acta de independencia nacional el 10 de agosto de 1809. Al lado, el monasterio es llamado "el convento de oro" por su rica decoración. En el centro del claustro hay una fuente tallada en un solo bloque de piedra. El techo de la galería es especialmente notable. El atrio, tallado en piedra traída de Pichincha, se diferencia de los demás atrios del centro histórico en que tiene cuatro escalones que bajan hasta la puerta de entrada de la iglesia. La fachada es del más puro estilo renacentista tardío llamado manierismo, con una superposición arquitectónica de órdenes clásicos dóricos en la parte inferior y jónicos en la superior. La bóveda central tiene forma de cruz gótica, reforzada por arcos transversales que permiten la mejor entrada de luz en la iglesia. El acceso al museo, a la sala capitular y a las salas de exposición es de pago.