ROÇA DIOGO VAZ
Fundada en 1880 entre el mar y un volcán, esta fértil plantación fue abandonada a mediados del siglo XX por los portugueses en la época de la independencia. Descuidada durante varias décadas, fue retomada en 2014 por el grupo Kennyson, dirigido por el vasco Jean-Rémy Martin, que lleva unos 45 años recorriendo el continente africano. Fue entonces cuando se escribió una nueva página: más de 150.000 árboles de cacao de tres variedades endémicas de la isla (Amelonado, Trinitario y Forastero) se plantaron en la explotación de 400 hectáreas, que obtuvo la etiqueta ecológica en 2017. Los granos cosechados son de la máxima calidad, y el grupo se embarcó entonces en la producción de chocolate a pequeña escala. A la vez que preserva el saber hacer ancestral y promueve el trabajo de la población local, ha asumido un gran reto: el de obtener un chocolate de excelencia con sabores sutiles, premiado en el Salón del Chocolate de París. Con un enfoque de permacultura, la plantación se ha diversificado ahora en la producción de frutas y verduras, como vainilla, pimienta, judías e incluso grosellas, ¡introducidas por primera vez en la isla por el grupo! Durante su visita, podrá recorrer, a pie o en 4x4, esta roça que ha recuperado todo su encanto de antaño y donde más de 150 empleados trabajan seis días a la semana para producir lo mejor. Durante la cosecha del cacao, podrá descubrir las distintas etapas de selección y secado antes de que el cacao se transforme en chocolate. Una visita ineludible