IGLESIA SAN BUENAVENTURA
Sin duda la iglesia más bella de Paraguay, o al menos el mejor ejemplo del barroco hispano-guaraní. Fue construida entre 1755 y 1772, con una arquitectura similar a la deloga guazú, la casona guaraní. Se alza en medio de la antigua plaza de la reducción, en un amplio espacio verde. Imponente (70 m x 30 m) y elegante, está hecha de adobe y madera y rodeada de amplias columnatas. El imponente tejado, que desciende muy bajo para proteger los muros, está sostenido por sólidos pilares de madera hundidos en el suelo. Se levantó antes de que se construyeran los gruesos muros de adobe, lo que proporciona un excelente aislamiento contra el frío y el calor. La entrada principal está orientada al este. Hay dos entradas al norte y al sur. El exterior del templo es sobrio: blanco, sin relieve ni ornamentación. Esta austeridad contrasta con el interior de la iglesia, rico en esculturas y dorados. De este modo, los franciscanos querían transmitir el mensaje espiritual de la humildad de las apariencias, en aras de la profundidad del alma. El magnífico altar central y el retablo son obra del artista portugués José de Souza Cavadas. También son dignos de ver el púlpito, el confesionario, la cúpula y las esculturas de madera. Los dos altares laterales se añadieron tras el traslado de los originales a la iglesia de la Trinidad de Asunción, a mediados del siglo XIX. El campanario de madera, reconstruido varias veces, conserva su forma original. El sacristán, Antolín Alemán, puede encender las luces de la iglesia para que pueda apreciar plenamente el interior.
bien tenu et joli franchement très bel endroit