CARLISLE BAY
Llamada así en honor del segundo lord propietario, James Hay, conde de Carlisle, esta amplia bahía de 2 km de largo es una de las razones por las que Bridgetown se convirtió en la principal ciudad de Barbados. Es nada menos que un puerto natural, perfecto para que los barcos se refugien en él. Por eso resulta irónico que haya numerosos restos de naufragios y reliquias (como cañones) que hagan las delicias de los submarinistas. El Parque Marino de la Bahía de Carlisle también es muy popular. Basta con nadar 200 metros desde la playa para encontrar los primeros pecios (marcados por boyas). Entre los puntos de inmersión se encuentran "The Boot ", conocido como zona de descanso para tortugas marinas (sobre todo carey), o la acumulación de pecios formada por el Berwyn, Bajan Queen, Elion, CE Trek y Cornwallis, todos los cuales pueden visitarse de una sola vez, con o sin botella. Afortunadamente, no faltan los talleres de buceo, algunos de los cuales figuran en esta guía.
Para los que prefieren holgazanear, la bahía de Carlisle se divide en dos playas: Pebbles Beach, más al sur, y Brownes Beach. Estas dos playas son perfectas para quienes gustan de una playa animada, pero son tan grandes que nunca se sentirá apretado. La arena es fina como el polvo, el agua turquesa y protegida por el arrecife, no hay problemas para nadar (algunas partes tienen socorristas) y no faltan los clubes de playa.
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