PUNTA MARACAYO

El establecimiento podría recordar a un centro de vacaciones, con sus paredes pintadas de rojo, amarillo y verde, su animado restaurante en la segunda planta y su bar que es agradablemente acariciado por la brisa al final de la tarde. El lugar es muy popular entre los puertorriqueños a los que les gusta venir aquí con sus familias. Si te apetece darte un chapuzón a medianoche, su encantadora piscina está abierta toda la noche, algo poco habitual en Puerto Rico. Todas las habitaciones tienen su propio pequeño balcón, donde se pueden servir las comidas sin coste adicional. El hotel está a 200 m de la playa.