CAÑÓN DE TALAMPAYA
Recorrido por el Cañón de Talampaya, con 3 paradas perfectas para admirar las formaciones rocosas y el jardín botánico
La primera parada del circuito del Cañón de Talampaya te lleva directamente al pie de la enorme pared del cañón. Una corta caminata guiada le mostrará algunos petroglifos, herencia de los antepasados de los nativos que vivieron aquí. Hay muchos petroglifos en la zona, pero sólo se le mostrarán los más accesibles.
Un poco más adelante, descubrimos los morteros. Estos son agujeros, con acabados perfectos, tallados en las piedras. Circulan varias teorías sobre su origen. Se cuenta que los nativos usaban una sustancia ácida, contenida en los estómagos de los guanacos que cazaban. Ellos esparcirían esta sustancia en la piedra para hacer un agujero perfecto. Otros le dirán que esto es imposible, ya que este tipo de piedra es a prueba de óxido.
La segunda parada es incongruente: un "jardín botánico" con algunos representantes de los árboles de la región... en medio de una zona semidesértica, el Edén tiene algo sorprendente. Después de cruzarla, llegamos a una increíble formación tallada en la pared, la Chimenea del Eco, una especie de chimenea creada por la erosión. Una vez dentro, es de rigor probar el eco. ¡Y funciona! La parte superior de la pared es la pista de vuelo favorita de los cóndores.
La tercera parada es después del desfiladero más estrecho del cañón, frente a la acertada "catedral", que se eleva hacia los cielos. Luego continuamos por un camino con una vista clara y panorámica de las diferentes formaciones rocosas a las que se les ha dado nombre.