MUSEO GAMMELGARDEN

No podemos dejar de recomendar una visita a este pequeño pueblo sueco, que se ha conservado y reconstruido bastante bien: los edificios son originales pero se han reunido artificialmente en este emplazamiento. Con cinco edificios, entre los que se encuentran modestas viviendas y una iglesia, ofrece una buena ilustración de las condiciones de vida de los primeros emigrantes suecos. Los guías están muy bien informados y dan muchos detalles sobre la vida cotidiana de la época. La visita dura aproximadamente una hora, y si la mente se distrae un poco en algunos momentos, es también porque el entorno rural invita a soñar despierto.