ARTESANÍA DE METAL DE DHAMRAI
No puedes perderte esta impresionante permanencia en la calle principal de Dhamrai. Propiedad de la familia Banik, se esconde el metal de cera perdido desde hace seis generaciones. La familia, hindú, se especializó en la fábrica de estatuas de cobre destinadas principalmente a ser vendidas a templos o para adornar el altar familiar. La entrada se realiza por la tienda, increíble apreciaciones de estatuas de todas tamaños, apsaras, lámparas de aceite, sals tibetanos, morteros, pastillas y otros objetos de utilidad incierta. Atravesar las cuatro piezas en hiladas es tanto la visita al museo, el descubrimiento de la cueva de Ali Baba, el submarinismo en un caparnam o una adulación en el bazar. A la salida de este increíble almacén, se encuentra en el patio central recorriendo una galería en sus cuatro lados. En el centro hay un inmenso pozo que parece sin fondo ya que es profundo. Se resguardan estatuas, y allí, en espera de sufrir los acabados. Un hombre prepara la arcilla que servirá de mollo, en el suelo. Atravesando el patio se accede a la sala de conciertos de la cera. Los artesanos producen en un primer momento las esculturas de cera. Salen de un bloque que modelan, modelan, perfeccionan con un cuchillo especial climatizado de blanco. Además, añaden los detalles con un tapiz de cera climatizado. Los objetos de cera se molestan en el arcilla y pasan al horno. La cera, al evaporarse del molino, deja su huella en el molino. Posteriormente se pagó el cobre en fusión. Entonces se casa con la forma del interior del molde. Una vez enfriado, el molde se rompe y el objeto se limpia.
El arte del moldeo de cera perdido es una tradición de 2.000 años. Había casi 200 talleres en Dhamrai. Hoy sólo está pagando una decena. Esto se debe, en particular, a que las familias que practican este arte son hindúes y que la población es ahora marginal en Bangladesh. La familia Banik apenas se une a los dos extremos, ante el desinterés por el arte hindú. Para preservar sus conocimientos ancestrales, ha ampliado su oferta fabricando objetos de la vida cotidiana. Recibe a sus visitantes con la mayor de las amables, en un inglés impecable y sin obligarles a comprar un recuerdo.