FEDERAL PALACE
Uno de estos grandes hoteles retro en el continente, con una clase un poco anticuada, pero todavía imponente. Salón decorado con imponentes pilares de mármol y amueblado con madera maciza. El techo bajo crea una atmósfera íntima donde se negocia un contrato sin miradas indiscretas. Las habitaciones son espaciosas y acogedoras, con una magnífica vista al puerto desde el lado del parque. Este último le invita a dar un paseo por el mar al atardecer, o a tomar un cóctel (caro) en la terraza mientras observa las idas y venidas de los barcos portacontenedores hacia el puerto. El restaurante ofrece un menú limitado y relativamente caro, pero un buen brunch dominical y lugares agradables para descansar. El hotel alberga uno de los únicos casinos de la ciudad (Blackjack, póquer, ruleta, lotería) y su gran piscina es ideal para adultos y niños, con toboganes y varios juegos instalados a lo largo de la laguna.