LE CABALLIN
Cómo llegar y contactar
Hotel-restaurante con habitaciones amplias y luminosas con balcón o terraza, ideal para una estancia con niños
Es difícil encontrar un entorno más bucólico que el Caballin: recientemente renovado, este hotel está enclavado en un entorno verde a orillas del Rin Sus 23 habitaciones, amplias y luminosas, están decoradas en estilo nórdico. La mayoría tienen balcón o terraza y pueden alojar cómodamente hasta 6 personas. Perfecto si te alojas con niños pequeños: ¡hay una zona de juegos al aire libre sólo para ellos! También puedes dar un paseo en bici o a pie, practicar esquí acuático o vela en el cercano centro de deportes acuáticos, o montar a caballo en el picadero del hotel. Otras actividades son la pesca, el piragüismo y la observación en directo de aves migratorias: la reserva natural de Île du Rhin alberga cisnes, patos, garzas, garcetas, martines pescadores... Un auténtico pequeño paraíso terrenal que también incluye un buen restaurante: Le Ranch, con un comedor con vistas al Viejo Rin. En la carta destacan algunos platos excelentes, como la trucha escalfada en Riesling y la noisette de venado con pinot noir y spaetzle. Naturaleza, tranquilidad y gastronomía son sólo algunas de las características que hacen de Le Caballin unas deliciosas vacaciones en familia
Compare y reserve su alojamiento en LE CABALLIN
Opiniones de los miembros sobre LE CABALLIN
Ci siamo stati 2 volte, la camera era bellissima, spaziosa e pulita. C’era il frigo, il bollitore, la macchinetta per il caffè, la cassaforte, un armadio e la tv. Letto e cuscini comodi. Ci sono molti ripiani per appoggiare la roba. C’ è un bellissimo balcone con tavolino e sedie e il panorama è stupendo: un laghetto con i cigni!!! Il bagno era spazioso e pulito con doccia. Il wc era separato. Non abbiamo usufruito della colazione, quindi non saprei. C’è il parcheggio, il ristorante e accettano cani. In sintesi: non vedo l’ora di tornare qui!!!
Unica cosa negativa: per arrivare alla nostra stanza non c’era l’ascensore e avevamo bagagli un po’ pesanti.
Diesmal kamen wir zu dritt, hatten ein DZ und ein EZ gebucht. Während der Anreise bekam unser Freund telefonisch die Nachricht, dass es für ihn leider kein Zimmer mehr gäbe und er woanders untergebracht würde. Der Hinweis, dass wir gern zu dritt zusammen bleiben wollten, wurde abgetan. Unser Freund kam dann in einem Hotel in Breisach unter, was für uns viel Fahrerei und leider nicht das gemütliche gemeinsame Abendessen mit einem Glas Wein im Hotel bedeutete. Einer muss ja fahren.
Wir fragten nach, warum unser Freund ausquartiert wurde, es hieß, er habe ja zugestimmt. Sie hätten alle Einzelgäste abtelefoniert.
Egal ob es nun wirklich ein technisches Problem in einem Zimmer gegeben hat oder ob das Hotel überbucht war, eine winzig kleine Entschuldigung hätte uns gefreut. Eine Geste, ein Freigetränk am Abend, ein Frühstück aufs Haus, wirklich nichts Großes, so haben wir uns nicht sonderlich willkommen gefühlt. Es schien schlicht egal zu sein, dass unser gemeinsames Wochenende stark eingeschränkt war. Schade, denn eigentlich ist das Hotel schön.