CATEDRAL DE SAN ESTEBAN

La catedral de Saint-Etienne es Patrimonio Mundial de la Unesco. Esta gran nave llena de luz, de 124 m de largo, 40,80 m de ancho y 37,15 m bajo bóveda, es la más amplia y una de las mayores catedrales góticas de Francia. Aunque fue consagrada en 1324, su construcción se extendió desde finales del siglo XII hasta el XVI. Desde hace varios años es objeto de campañas de conservación para combatir los estragos de la contaminación en las esculturas. Una de las características más originales de la catedral es que tiene cinco portales de diferentes tamaños decorados con esculturas que representan los principales temas del Antiguo y el Nuevo Testamento. Desde los jardines del ayuntamiento, se puede admirar el chevet piramidal con sus contrafuertes de doble vuelo. También merece la pena ver el asombroso meridiano de cobre del canónigo Goumet con los tres ojales perforados en las ventanas que permiten que los rayos del sol caigan sobre él a mediodía, el conjunto de vidrieras de los siglos XII al XVII -la ventana "Grand Housteau" donada por el duque Jean de Berry- y la Anunciación en la capilla de Jacques Cœur. La iglesia inferior alberga el yacente parcial del duque de Berry, una pequeña galería de un santuario del siglo XI con motivos libertinos y las grandes estatuas que antiguamente decoraban la fachada. La caja del gran órgano data de la segunda mitad del siglo XVII^{y el} reloj astronómico decorado de principios del siglo XV. La torre norte, conocida como la "Torre de la Mantequilla", se eleva a 65 metros. Aquí se celebran regularmente conciertos.