Los mejores restaurantes Centro

Un bonito descubrimiento en la autopista, a unos cuatro kilómetros al norte de la salida para Bonao. Le reciben en una auténtica cabaña con un menú puramente dominicano. El sancocho es uno de los mejores que hemos probado, la sopa de tripas seducirá a quienes gusten de la casquería y, para empezar, las croquetas (cangrejo, pollo, camarones) están exquisitas. El restaurante está siempre lleno. Todos los productos, tanto la carne como los numerosos pescados, son de una frescura irreprochable. Servicio impecable. Un local muy recomendado para una parada en la autopista. Aparcamiento vigilado y pequeña tienda de regalos.

Abierto en 2015, este bar-restaurante se ha convertido en el lugar más elegante de Constanza. Le recibe una araña de dimensiones desmesuradas digna de los palacios de la Costa del Sol. El lugar es imponente y propone diferentes espacios (bar, restaurante, terraza, salones privados), todos en un estilo moderno y elegante. Sirven especialidades internacionales, platos criollos y pizzas. Le aconsejamos los pastelitos Moncarlo. ¡Un delirio!  Karaoke los martes.

Un pequeño rincón de Italia en medio de la montaña dominicana. Todo aquí pretende ser auténtico, desde la atención amable y personalizada hasta la carta exclusivamente en italiano, pasando por los productos importados de Italia. En el menú encontrará todas las especialidades del país alpino: pastas, risottos, bruschettas, pizzas… Un poco alejado del centro de la ciudad, aquí se encuentra la calma y unas magníficas vistas de la montaña. Le recomendamos las mesas de la terraza para disfrutarlas al máximo. Buena carta de vinos… italianos, por supuesto.

En la terraza de un gran chalé con vistas a las montañas cercanas, Pucho le da la bienvenida para descubrir una de las grandes especialidades del país: el mofongo. Se trata de plátanos machos verdes, patatas fritas y un acompañamiento de ajo, aceite de oliva y cerdo. Podrá personalizarlo a su gusto eligiendo gambas, pollo, salami o chorizo. Muchos dicen que se trata del mejor del país. Su entorno bucólico, el servicio y la calidad de los platos lo convierten en un ineludible de Jarabacoa. Organizan conciertos de pop-rock dos sábados al mes.

Situado en el pequeño centro comercial Don Jorge, esta cafetería-restaurante con aire acondicionado es una excelente elección para comer productos frescos de la región, con numerosas opciones vegetarianas. La carta incluye ensaladas, hamburguesas, wraps y fajitas cocinadas de forma sana y equilibrada (fajitas de harina integral, por ejemplo). El lugar es también famoso por sus desayunos, así como por sus smoothies. En resumen, una muy buena alternativa en Jarabacoa.

El lugar para los vegetarianos y para aquellos que quieran comer sano y equilibrado. Esta bonita cafetería-restaurante, que sirve platos elaborados con alimentos frescos y orgánicos, se encuentra en el fondo de una pequeña galería comercial. Cada día ofrecen diferentes opciones de platos creativos, deliciosos y copiosos. Para acompañar su comida, tiene muchos smoothies en la carta. Una tienda de alimentación sana y productos biológicos completa esta propuesta, que merece una visita.

Noah es uno de los restaurantes de moda entre las clases altas de Santiago. El salón principal es elegante, de diseño y moderno, mientras que la gran terraza tiene vistas al monumento a los héroes de la Restauración. La carta es una fusión de diferentes cocinas internacionales (peruana, tailandesa, criolla, etc.) y sirve también pizzas cocinadas en un horno de leña. Las dos especialidades de la casa son el cerdo Noah y el monfongo de guinea. Venta de puros en el mostrador. Noah es una pequeña cadena de restaurantes que puede encontrar en varias grandes ciudades del país.

Es el punto de referencia de Jarabacoa. Oirá decir «quedamos en La Tinaja». Abierta a la calle, esta cafetería y restaurante nunca se vacía. Por la mañana, los clientes pueden disfrutar de un delicioso café y de un desayuno abundante. Por la noche, es el lugar de encuentro para el aperitivo. En resumen, una referencia céntrica e ineludible para todos aquellos que pasen unos días en Jarabacoa.

En la carretera hacia Jarabacoa, este pequeño puesto con aires del oeste americano es conocido en la región por sus ribs, costillas de cerdo ahumadas al estilo texano. Basta con echar un vistazo a la barbacoa para darse cuenta de que se lo toman en serio. Las costillas bien asadas se disponen en la vitrina (junto a un muslo de pollo ahumado y algunas guarniciones, como excelentes tamales en hojas de plátano). Elija la cantidad y déjese llevar por la felicidad en estado puro.

El restaurante es el escenario más increíble de República Dominicana. Tiene vistas panorámicas rotatorias de 360°. Atención: la rotación solo funciona los fines de semana: el viernes por la noche, el sábado y el domingo a mediodía. La vista es realmente espléndida y es lo que se paga, no tanto lo que hay en el plato. La cuenta sube enseguida, pero no va de la mano de la calidad. Recomendamos que tome una copa de vino antes o después de cenar, especialmente para admirar la puesta de sol.

Una de las especialidades de la casa es el mofongo. Viene gente de toda la ciudad a probarlo. La otra son las parrilladas de carne.

El ambiente y la decoración tipo Far West son característicos del Kukaramacara. El personal también va disfrazado con vestimenta de época. Se trata de un restaurante familiar que sirve sopas, ensaladas, sushi, pasta, filetes asados con todas las salsas, pescado y langostas. Es un lugar que gustará a los niños.

Este bonito establecimiento domina la plaza central desde un enorme mezanine de madera. Las porciones son generosas y las pizzas y los platos buenos y grandes. La gran terraza abierta de la planta baja está destinada al aperitivo y, a veces incluso, a unos bailes desenfrenados.

Es uno de los mejores restaurantes de la ciudad, con especialidades criollas e internacionales. Aunque la comida se hace esperar, no le decepcionará por la buena relación calidad-precio. Además, es un reto terminarse el plato. Un bonito fresco mural que representa la región adorna las paredes del restaurante.

Este establecimiento dirigido por tres dominicanos propone una cocina local clásica y refrescos de todo tipo.

Intente hacer un esfuerzo a la hora de vestirse ya que aquí el entorno es elegante y todos los camareros llevan traje con pajarita. Le sorprenderá la luz tamizada y el aire acondicionado desde la entrada, y enseguida se acostumbrará a este ambiente acogedor, con una clientela formada principalmente por hombres de negocios, familias o parejas, que se reúnen aquí desde 1964. La carta está a la altura con langostas, pescados y mariscos cocinados con mimo, pero también cocina internacional, china y criolla dominicana más básica, con una buena relación calidad-precio.

Buen restaurante con un pequeño jardincito y un ambiente agradables. La cocina se centra en las parrilladas de pollo, cerdo, buey y pescado, con sabor dominicano. El servicio y la recepción son impecables.

La cocina dominicana del restaurante del hotel es excelente y sirve porciones generosas. Se cena al ritmo de canciones locales interpretadas por un guitarrista en el escenario. Si viene al mediodía, podrá acceder a la piscina.

Servicio esmerado y decoración elegante se unen en esta propuesta de fusión latino-japonesa. Álvaro es el anfitrión y ofrece un buen sushi y platos de maki adaptados a los productos locales, pero también mofongos, una especialidad puertorriqueña elaborada con plátanos. Original y sabroso.

Esta gran cantina dominicana tiende a estar muy llena los domingos, cuando se puede degustar el mofongo. Esta especialidad de Puerto Rico tiene como ingrediente principal el plátano.