Los mejores alojamientos Isla Del Príncipe

Grandes villas en tiendas de lujo. Es una experiencia única junto al mar, rodeado de bosques tropicales. La naturaleza y el estilo se ven reforzados por una decoración que respeta el entorno, incluyendo un edificio de bambú, donde se sirven deliciosos platos orgánicos. Las quince villas tienen amplios espacios interiores y exteriores, incluyendo terrazas privadas, y algunas cuentan con sus propias piscinas privadas. Tiene un restaurante gourmet. Por último, la lista de infraestructuras es larga: aire acondicionado, televisor con AirPlay, piscina infinita, zona wellness, bar, servicio de lavandería, traslados al aeropuerto, visitas guiadas, tea time, cine al aire libre y, por supuesto, acceso a Internet de alta velocidad.

Esta antigua casa de la plantación, restaurada con mucho cariño y cuyas tierras se comparten con los habitantes de la zona, le dará una visión real del carácter de Príncipe. Entre sus quince habitaciones auténticamente decoradas, se puede elegir entre la Casa Colonial o la Casa de las Plantaciones, con vistas tropicales. A su disposición: restaurante (abierto para desayuno, comida y cena), bar, aparcamiento, traslado al aeropuerto, lugares históricos, lavandería, wifi gratuito en las zonas comunes, aire acondicionado, caja fuerte electrónica...

Este pequeño establecimiento, relativamente modesto, también propone comidas para pedir antelación.

Pequeña pensión familiar, sencilla, limpia y bien situada en el centro de la ciudad. El trato es acogedor. El restaurante está en el exterior, bajo una choza abierta, y funciona de a y de a. Una de las mejores relaciones calidad-precio de la isla.

Un alojamiento barato: las habitaciones son de 7 euros. Contacto Osorio Umbelina.

Con magníficas vistas a la exuberante costa de la isla y a sus aguas turquesas, esta antigua roça transformada en hotel de lujo es una pequeña joya donde disfrutar de una copa o dejar las maletas si el presupuesto lo permite. Desde la casa solariega hasta los antiguos edificios de la plantación, las acogedoras habitaciones están decoradas en un estilo portugués clásico y refinado. La comida es muy sencilla y bastante cara para las cantidades que se sirven. Un pequeño museo, abierto a todos, invita a descubrir la extraordinaria naturaleza de la isla en inglés y portugués. Bonita piscina.

Perdido en medio de una naturaleza exuberante, este camping ofrece impresionantes vistas de las tupidas montañas y la escarpada costa de la isla. Dispone de dos cabañas de madera con comodidades básicas, separadas entre sí para mayor intimidad. Salazsoi, una mezcla de griego y latín acuñada por los propietarios para definir el lugar, significa paz y tranquilidad, ¡y es totalmente cierto! Aquí podrá recargar las pilas en un entorno paradisíaco, arrullado por el canto de los pájaros. Un lugar mágico.

Un lugar paradisíaco en el norte de la isla, en un océano de verdor, Bom Bom Principe presenta un encanto sin igual. Está ubicado en un encantador islote unido a la isla principal por un puente de madera. Los bungalós junto a la playa o en lo alto dan al mar, otros a la piscina. Son espaciosos y disfrutan de todas las comodidades de un hotel de lujo: cama king size, salón en suite, minibar y terraza privada que ofrece un hermoso panorama, ya sea sobre la amplia, limpia y estética piscina, o sobre la playa de arena blanca que se extiende hasta donde alcanza la vista, bañada por olas de agua turquesa.

El restaurante prepara una cocina típica y variada, con un delicado toque personal. El servicio es impecable. En alguna ocasión puede cambiar el salón del restaurante por una cena romántica en una playa aislada a la luz de las velas, servida con los pies en la arena.

Senderismo y paseos por el bosque, excursiones en coche para visitar las roças, por no hablar de los deportes acuáticos: el paraje tiene una reputación mundial en el mundo de la pesca de altura. La captura más buscada es el marlín azul. El buceo o el esnórquel le permitirán admirar el esplendor del fondo marino. Para los menos activos, hay playas salvajes magníficas accesibles por mar en barco (Praia Banana). Durante la temporada de ballenas, también organizan salidas para acercarse a estos grandes mamíferos marinos. Todas estas actividades se ofrecen también a los no residentes en el hotel. Contacte con antelación para reservar el guía y el medio de transporte si es necesario. Los guías son competentes y muy útiles.

Cerca del estadio, esta residencia sin pretensiones se abre a un pequeño jardín bien cuidado. Las 11 habitaciones, incluidas algunas familiares, se encuentran en el edificio de recepción y otras en un edificio situado en la parte trasera. Algunas son más oscuras que otras, así que pida verlas antes de elegir su habitación. Todas tienen aire acondicionado, agua caliente, TV, mosquitera y nevera. Son básicas pero limpias, aunque algunas tienen olor a humedad. El hotel tiene un anexo cerca del río.