2024

CAIDA DE GASOIL

Sitio natural para descubrir
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Entre Mwaro y Kibumbu no hay que perder las cataratas de Kayokwe, llamadas "Agasumo ka Mwaro", un lugar ideal para un picnic y, además, impregnado de una larga historia de creencias. Antes de la introducción de las religiones cristianas por parte de los colonizadores, los burundeses practicaban el culto del kubandwa, en el que se reservaba especial importancia a las cataratas. Las más sagradas, y las más conocidas hoy en día, son en Kayokwe.

Para rezar, los burundeses pasaban tradicionalmente por Kiranga, intermedio entre los hombres e Imana (Dios); Este último, caído del cielo, se habría instalado en las cataratas cuyas aguas estaban alejadas de los malos espíritus y los ladrones. Los iniciados de Kiranga acudían regularmente a un baño ritual después de una noche de culto, con el fin de purificar su cuerpo y su espíritu, y tiraban alimentos y bebidas en el agua para compartirlos con las mentes que allí viven.

Hoy en día, el valor del emplazamiento está en curso y se ha reconstruido un antiguo rugo. La construcción de un camping y de un hotel en el lugar está también en proyecto, en el momento de la elaboración de esta guía.

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 Mwaro
2024

CENTRO JUVENIL DE GITEGA

Galería de arte espacio de exposición fundación y centro cultural

Inaugurado a finales de 2011, este centro es el resultado de una fructífera colaboración entre la administración municipal de Gitega, el Ministerio de la Juventud de Burundi y los Deportes y la organización internacional Peace and Sport. Se trata de enmarcar a los jóvenes, escolarizados o descodiciados, ofreciéndoles actividades deportivas y culturales, puesto que las virtudes pedagógicas del deporte se ponen al servicio de la inserción de los menos favorecidos.

La casa en la que está instalado el centro, casi enfrente del Olympia en la carretera que se dirige a Karuzi y Muyinga, es uno de los más estibados de Burundi. Construida a mediados de los años 1950 en un género modernista que recuerda al de Le Corbusier, todo de geometría, cupones cortados y pilotes, primero perteneció a un comerciante asiático de Gitega, después se convirtió en un hotel de lujo antes de caer casi en ruinas. Por tanto, no podemos sino acoger con satisfacción la ayuda prestada por la Unión Europea para la rehabilitación satisfactoria de este precioso patrimonio arquitectónico (unos 150.000 euros).

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 Gitega