Ideas para regalar Guatemala

Este enorme hangar se transformó en una tienda de recuerdos guatemaltecos en la década de 1990. Desde los textiles hasta la cerámica, todo está hecho a mano y procede de los distintos departamentos de Guatemala, desde Sacatepéquez hasta Izabal, pasando por Huehuetenango y Quiché. Hay piezas típicas, como los coloridos pantalones característicos de Todos Santos Cuchumatán y los huipiles con diseños de distintas comunidades, pero también productos pensados para los turistas, como bolsos y camisetas con una banda de tela "tradicional " o hamacas.

Al borde del lago, justo después del hotel Arca de Noé, se encuentra la encantadora Cooperativa Santa Cruz, que expone artículos elaborados por una docena de mujeres del pueblo. Café cultivado localmente, bolsos, bufandas, ropa, cuadernos, gafas, muñecas quitapenas -muñecos diminutos que se colocan bajo la almohada por la noche para alejar las preocupaciones-, gorras... Fabricadas con esmero, estas hermosas piezas merecen un vistazo.

Situada en la calle que lleva al muelle, la tienda pertenece a una ONG creada a finales de los años 90. Los hermosos trajes para niños tejidos con telas tradicionales, los bolsos, las bolsas, los marcos de fotos y los libros que se venden allí están hechos por cooperativas y algunas madres de escuela. Los beneficios vuelven a la escuela del pueblo y financian la escolarización de algunos alumnos. Una cálida bienvenida -en francés- de la encantadora Rosa.

Este establecimiento, creado en 1964, es más un museo que una tienda. Los objetos parecen estar expuestos, con salas enteras dedicadas a determinadas colecciones. Este es el caso de las máscaras de madera que se utilizan durante las danzas tradicionales, una especie de espectáculo de una hora similar al teatro, que mezcla música y diálogo. El atento personal guía al visitante a través de los instrumentos musicales, los tejidos, las joyas y las estatuas, al tiempo que le ofrece fascinantes anécdotas sobre la artesanía guatemalteca, especialmente el tejido. No hay que perderse.

Una cálida bienvenida en una gran tienda en la que casi todas las piezas están hechas a mano: cuando es el caso, están hechas sólo con materiales sostenibles y eco-responsables. La presentación es pulcra y destacan los jerseys con algunos dibujos tipo huipil. Hermosos productos, desde bolsos a cojines, joyas, juguetes de madera, fundas de almohada, velas, vajilla, cerámica y utensilios de cocina como tablas de cortar. Excelente dirección.

Esta bonita tienda presenta sus telas hechas a mano "in situ". Por ejemplo, hay hermosas mesas de madera con manteles y una cama con un hermoso juego de cojines con finas fundas. Desde pequeños bolsos hasta fundas de almohada y bufandas, los tejidos son magníficos. Detrás de estas obras hay más de 500 mujeres mayas de una veintena de comunidades locales, especialmente en los alrededores de Huehuetenango y Cobán. En la pared, un mapa bien hecho explica la historia de los huipiles según la zona del país.

Situado a 10 minutos al oeste del Parque Central, el mercado es una larga sucesión de puestos. Pendientes, pulseras y collares de jade, telas, ropa, cinturones, zapatos, bolsos, sombreros, hamacas, fundas de almohada, pequeñas máscaras de madera, esculturas, imanes, llaveros... Puede encontrar todo tipo de recuerdos, más o menos auténticos. Entre el laberinto de tiendas, hay bonitos patios, cada uno con una fuente y bancos de piedra, que invitan a tomar un descanso entre dos compras. Es posible recuperar las fuerzas en la Casa del Café.

Además de su vivero y restaurante, el establecimiento cuenta con una tienda de productos naturales, ecológicos, sin gluten y artesanales. Ofrece cerámica, velas, libros, vasos, jazmín, jengibre, frutos secos, bayas de goji, aceites esenciales, omega-3, joyas, utensilios de cocina de madera, cosméticos... Una buena manera de prolongar su presencia en este oasis - o de descubrirlo.

Esta bonita boutique, inaugurada en 2012, tiene un estilo limpio y expone solo unas pocas piezas, como una concept store parisina. Las joyas finas de oro, plata o jade se exponen junto a cojines, objetos de cristal y una pequeña vajilla. También hay productos de marcas invitadas, que suelen renovarse. Durante nuestra visita, vimos una colección de pañuelos de seda, camisas de lino y hermosas botas de época. El plus: la luminosidad del espacio, organizado en torno a un patio con una fuente, en una casa colonial. Un verdadero favorito