Los mejores alojamientos Kazajistán

Las habitaciones no son grandes (sobre todo las individuales), pero son muy cómodas y especialmente tranquilas las de la parte trasera del edificio. En la parte delantera hay más ruido, pero se compensa con las vistas al mar desde los pisos superiores. En definitiva, se trata de una opción de alojamiento bastante económica, sobre todo teniendo en cuenta su ubicación, justo detrás del paseo marítimo, al que se llega en pocos minutos a pie. El personal del hotel puede ayudarle a organizar su viaje y comprar billetes de tren o avión.

La dirección más barata de Almaty, o casi (también es posible alquilar camas en la primera planta de la estación de tren Almaty II), pero tendrás que ir lejos, muy lejos del centro de la ciudad. A falta de comodidad y de ropa nueva, dirígete que estás tranquilo. Francamente, teniendo en cuenta el aspecto exterior del edificio, cabría esperar que fuera peor. Las habitaciones son espaciosas y disponen de televisión (no esperarás algo más que las cadenas locales, obviamente) y un pequeño escritorio cubierto de una tela citada. Las habitaciones más baratas comparten los cuartos de baño, los más caros tienen un pequeño baño y a veces una bañera. Para presupuestos ajustados.

Si vienes a descubrir Almaty, estarás muy lejos del centro, pero para una parada cómoda, este establecimiento situado entre las estaciones Almaty 1 y 2 es una buena opción. Las habitaciones de la categoría Comfort cuentan con más espacio y un salón. Pero incluso las habitaciones estándar son una buena oferta, sin pretensiones pero limpias y amuebladas de una forma que recuerda a Brezhnev. Los cuartos de baño están bien equipados y son agradables, con aire acondicionado y Wi-Fi. El moderno edificio está bastante bien aislado del ruido de la calle.

Idealmente situado en un pequeño patio del centro de la ciudad, este confortable hotel ofrece 175 habitaciones individuales o dobles bien equipadas. Excelente relación calidad-precio Especialmente si aprovecha la zona de spa y fitness, con su gran piscina. El desayuno buffet es uno de los mejores en este rango de precios. Una pequeña agencia, junto a la recepción, podrá aconsejarle para su viaje al resto del país. El parque Panfilov está a sólo 25 minutos a pie, o a 5 minutos en taxi.

Es uno de los hoteles con mejor relación calidad-precio de la ciudad. Construido en la década de 2010, el hotel es de categoría, con spa, sala de fitness, bar y restaurante. Las habitaciones no desbordan precisamente encanto, pero todas son amplias y están impecablemente equipadas. La ubicación es impecable, en pleno centro de la ciudad, y las habitaciones de las plantas superiores dan al parque. Se aconseja reservar, incluso fuera de temporada, ya que el hotel suele estar saturado para convenciones.

A sólo 10 minutos del aeropuerto, en la parte europea de la ciudad, el hotel Renaissance ofrece la misma calidad de servicio e instalaciones en sus 202 habitaciones que su alter ego en Aktau. Las habitaciones están muy orientadas a los negocios, con escritorio, acceso Wi-Fi y TV por cable. Todo lo necesario para estar conectado con el mundo, siempre que se pague el precio justo. Para salir por la noche, el hotel cuenta con dos bares y un restaurante sin sorpresas: caro pero impecable. En caso de que el Marriot Executive esté al completo, ofrece aún más habitaciones.

El Victory es un establecimiento con habitaciones relucientes y espaciosas que ofrecen todas las comodidades, muchas de ellas con preciosas vistas al Caspio. La zona de spa es, obviamente, el principal atractivo del hotel. Por una vez, el spa es algo más que una sauna y una vaga sala de masajes: la piscina es grande, rodeada de cómodas tumbonas en un entorno moderno y colorido. Tanto los baños turcos como la sauna son amplios y agradables. El hotel también cuenta con un bar panorámico, un pub y un excelente restaurante.

El edificio es moderno en sus formas, pero sobre todo está perfectamente situado en el centro de la ciudad. Una gran ventaja a la hora de explorar Semey y sus museos y riberas. En el interior, el alojamiento es más bien espartano: camas sencillas, moqueta no precisamente graciosa en el suelo, un cuarto de baño minimalista pero funcional y un televisor como equipamiento estándar. No obstante, está limpio y las tarifas están en consonancia con el nivel de los servicios ofrecidos, así que no hay nada de qué quejarse. Así que lo recomiendo para una parada rápida.

Un poco alejado del centro de la ciudad, este gigantesco, moderno y lujoso hotel está a dos pasos de la playa, y ése es su principal atractivo. Las habitaciones son, por supuesto, irreprochables, y el establecimiento ofrece toda una gama de servicios de alta gama (gimnasio, sauna, bar salón, etc.). Hay una gran piscina exterior y un restaurante con terraza sobre el mar. Si no fuera por las petroleras y la arquitectura ostentosa, sería casi romántico. Pero aún quedan las hermosas vistas del mar Caspio al atardecer.

El Hotel Aral es una buena solución de alojamiento económico. Las habitaciones son anticuadas pero están en buen estado para una escala, y los cuartos de baño se han renovado. Como siempre, la categoría de lujo cuenta con un pequeño salón. La ventaja de este establecimiento es que está cerca del puerto viejo, lo que atraerá a los cazadores de naufragios y de fotos. Asegúrese de negociar bien el precio y visite las habitaciones antes de pagar, ¡y compruebe el agua caliente! Por supuesto, pruebe el aire acondicionado..

Una casita con encanto típicamente ruso. Las habitaciones son grandes y luminosas, amuebladas con madera clara. Los desayunos se sirven en las habitaciones. El hotel está acoplado con el restaurante del mismo nombre, que se abre a una gran terraza y un jardín. Una tienda situada en la calle ofrece toda una gama de productos frescos y cocinados. Una de las direcciones más agradables de Astana y una de las pocas direcciones con encanto del país. No hay muchas habitaciones, así que intenta reservar con antelación. En cambio, el restaurante es gigantesco y acoge numerosos eventos (seminarios, bodas…).

Esta pensión es una de las más agradables de Almaty. Los propietarios son encantadores y le recogerán en el aeropuerto. Las habitaciones son bastante espaciosas y cómodas (hasta 50^m2 la más grande), y están amuebladas en un estilo contemporáneo. El desayuno es generoso y abundante. Gran relación calidad-precio y una dirección poco común en Kazajstán, donde las casas de huéspedes siguen siendo escasas. En cuanto a la ubicación, está de camino al teleférico de Kok tebe, entre las montañas y la ciudad, y a 30 minutos a pie del parque Panfilov.

En pleno centro de la ciudad, este austero establecimiento ofrece una excelente relación calidad-precio, pero en definitiva está muy bien distribuido y particularmente bien situado. Las habitaciones son espaciosas y atractivas, y los cuartos de baño se renuevan regularmente. El desayuno buffet es una auténtica delicia, con mucha variedad y productos frescos. Todo ello a un paso del puerto deportivo. Perfecto para explorar la ciudad.

Está lejos del centro de la ciudad, a unos kilómetros al sureste, pero es perfecto si lo que se busca es llegar a las playas. El hotel es modesto pero limpio, cómodo y tiene una pequeña piscina. No busques una decoración lujosa, las habitaciones sólo tienen una pequeña nevera y TV, pero al fin y al cabo estás de paso, ya que la playa está a tiro de piedra. Acogida cordial. Para un poco más de lujo, eche un vistazo al vecino complejo hotelero Dostar, que pertenece al mismo propietario pero es mucho más reciente.

Sin duda la mejor opción de la ciudad, y además bastante barata. Las habitaciones son muy amplias y el confort impecable, con alfombras de estilo oriental, grandes sillones tapizados y cojines. La decoración es moderna y las instalaciones están al día (wifi, televisión, aire acondicionado), todo ello a menos de 10 minutos a pie de la estación de tren. El personal podrá aconsejarle sobre visitas turísticas por la ciudad. Es el único alojamiento confortable en el centro de la ciudad. Sin grandes lujos, pero muy satisfactorio.

Las habitaciones son pequeñas y el exterior del edificio no inspira precisamente optimismo. Por dentro, sin embargo, el establecimiento está bastante bien cuidado y las 12 habitaciones, sin florituras, no son desagradables para vivir. Limpias, bien mantenidas y cómodas, la relación calidad/precio está en el lado correcto de la escala. Sobre todo, el complejo tiene la ventaja de estar muy bien situado en el centro de la ciudad. El personal es muy amable y puede darle valiosos consejos para su estancia.