Clubs de jazz Bélgica

Pulse el timbre del Archi y entre en otro mundo en el que nada, aparte de la ropa de los clientes, ha cambiado desde los años 30: arquitectura, decoración y cómodos sillones Art Déco originales que invitan a relajarse mientras se toma un pisco sour. En 1953, el pianista de jazz Stan Brenders se hizo cargo del establecimiento. Su piano sigue allí, al igual que los conciertos de jazz que se celebran todos los fines de semana a última hora de la tarde. Por las noches, se reúne aquí un grupo variopinto y, a partir de cierta hora, la gente se pone a bailar. L'Archi es una leyenda de Bruselas

No lejos de Korenmarkt, la Missy Sippy (nótese el juego de palabras en referencia al blues) es un café-concierto muy recomendable por su programación de música en vivo, muy regular. Por su ambiente muy local y relajado, disfrutas hablando con la gente, apoyándote en el bar o en la hermosa terraza exterior. La decoración es la de un bar de jazz, con fotos glamorosas de los grandes maestros y divas del jazz. Disfrutamos de frecuentes conciertos de jazz, blues, jam, roots y swing.

Centro cultural y meca de la música, Jazz Station es un local único dedicado al jazz, ubicado en una antigua estación de ferrocarril totalmente restaurada. Tanto los melómanos experimentados como los curiosos quedarán encantados. Cursos sobre la historia y la comprensión del jazz, ensayos y exposiciones públicas, conciertos de jazz varios días a la semana, un club de jazz, un pequeño restaurante y un bar son algunos de los atractivos de este espacio convivial y unificador, que es también el refugio voluntario de las Soirs d'Hortense, un miércoles al mes.

El Bonnefooi ("por casualidad" en el dialecto local) es un bar de baile con sesiones de DJ todas las noches de apertura y conciertos gratuitos los miércoles y domingos, para deleite de un público joven. Aquí actúan artistas locales de todo tipo, y algunas estrellas internacionales también se han hecho un nombre. Entorno encantador y música embriagadora de todo tipo (electrónica, jazz...)... ¡abierto hasta las 8 de la mañana los fines de semana! En la planta superior, puede reservar una sala privada para un mínimo de 50 personas o reservar algunas mesas.

Originalmente un teatro flamenco, el Beurs ha ido diversificando sus actividades en un espíritu de apertura multicultural. Se ha convertido en un lugar clave para la creación contemporánea en Bruselas. Aquí se suelen organizar conciertos, a menudo de artistas emergentes, exposiciones y otras actividades artísticas. La música está omnipresente en el bar, con sesiones regulares de DJ y conciertos de vanguardia. En los meses de verano, la azotea ofrece una agradable alternativa al bar de la planta baja. El público tiene una mayor inclinación artística e intelectual.

Este prestigioso edificio de la época de la radio y la televisión está enteramente dedicado a la música y la imagen. Flagey pretende ser un punto de encuentro y cruce de diferentes disciplinas artísticas en un espíritu de diálogo, descubrimiento y creación. Una casa en la que resuenan el jazz, la música tradicional, la clásica y la contemporánea, pero en la que también tienen un lugar especial el cine y el vídeo. Gracias a las excepcionales cualidades acústicas de sus salas y a su programación, Flagey es un pilar esencial del paisaje cultural belga.

Es EL mejor café de jazz de Amberes. Inaugurado en 1964, sigue en pie. Todos los días, a partir de las 21:00, tocan bandas en directo e improvisan (consulta el programa en la página de Facebook). El interior es bastante íntimo, todo de madera, en dos plantas. La acogida es muy cordial, el ambiente fresco y un poco hippy. La decoración es excepcional, con paredes de ladrillo y techos altos que han permitido construir un entresuelo con vistas al escenario. Por si fuera poco, la carta de cervezas es variada y está en armonía con el jazz.

Es el club de jazz por excelencia. Además, está instalado en la casa del mismísimo Jacques Pelzer. Aquí se celebran conciertos todos los miércoles a las 21:00 en punto y, de vez en cuando, en una pequeña sala íntima que se llena rápidamente (venga un poco antes del concierto). Además, el restaurante sirve comida casera a precios asequibles (imprescindible reservar). Un programa de jazz variado, un ambiente acogedor, una gran mezcla de neófitos y auténticos entusiastas de la improvisación. Le encantará este lugar único situado en lo alto.

Es el club de jazz más antiguo de Bruselas y su reputación está bien consolidada. Desde 1986, se suceden allí los mejores jazzistas belgas e internacionales, pero también aficionados y estrellas en ciernes. Después de 34 años de fieles servicios, Sergio y Rosy, los antiguos propietarios, han cedido las riendas a Paul-Emile, Joachim, Fanny y Manu, que quieren destacar el carácter "político" del jazz con la asociación Buen Vivir. El Sounds abre sus puertas durante el día (y algunas noches) en versión "Resist" donde se puede venir a comer, charlar, organizar eventos..