Los mejores albergues juveniles Australia

El No.14 Lovel St es un hotel de 2 estrellas situado en Katoomba, en las hermosas Montañas Azules de Australia. Ofrece habitaciones privadas y dormitorios con baño compartido. También es posible alquilar toda la casa, que cuenta con 10 habitaciones. Las instalaciones comunes incluyen una cocina totalmente equipada, un acogedor salón con chimenea y una biblioteca. El hotel ofrece conexión Wi-Fi gratuita y es apto para niños. También tiene piscina y acepta mascotas. El No.14 Lovel St está comprometido con el desarrollo sostenible y aplica medidas de eficiencia energética. El hotel está muy bien valorado por la calidad de sus habitaciones y su ubicación, cerca del centro de la ciudad y de la estación de tren.

Los albergues gestionados por YHA, la rama australiana de la Asociación de Albergues Juveniles, son una magnífica opción para los viajeros con poco presupuesto. El primer albergue YHA de Australia se abrió en Victoria en 1939, y ahora hay albergues por todo el país. Entre los más conocidos están el del puerto de Sydney, con magníficas vistas de Sydney, y el de Fremantle, donde se puede dormir en una antigua prisión que ahora es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO Algunos son también ideales para familias.

Brisbane Quarters forma parte claramente de la nueva generación de albergues juveniles, muy alejada de los tópicos asociados a este tipo de alojamiento. Estamos más bien en la categoría de "hotel-boutique", con una decoración muy cuidada y a la última, y llama la atención desde el momento en que llegas a la recepción. Aunque los dormitorios son bastante tradicionales, se ha prestado mucha atención a las zonas comunes, con piscina, gimnasio, una bonita cocina, lavandería, etc. El desayuno gratuito que se sirve por las mañanas de 8.00 a 10.00 es sencillo, pero una buena manera de empezar el día.

Travellers Oasis es un albergue juvenil que ha ganado varios premios por la calidad de sus servicios. Y es fácil entender por qué El entorno es encantador y cuando llegas, te sientes transportado al sudeste asiático con la piscina rodeada de palmeras, las bonitas lámparas asiáticas que cuelgan por encima y el ambiente muy zen. Los dormitorios están muy bien decorados, al igual que las zonas comunes, y todo está muy limpio. El establecimiento está dirigido desde hace muchos años por una pareja encantadora, Gabe y Kathy. También se ofrecen excursiones.