Los mejores hoteles Zimbabue

Este enorme e imponente hotel puede alojar hasta 500 personas en sus 276 habitaciones, incluidas 13 suites. Se trata de una dirección para quienes no temen las aglomeraciones y aprecian los grandes complejos hoteleros con, es cierto, innumerables servicios: squash, tenis, gimnasio, casino, spa, bolera, tienda de recuerdos... Sin olvidar la presencia, a los pies del Elefante, de un campo de golf muy bonito de 18 hoyos y una piscina olímpica. El hotel también dispone de 3 bares y varios restaurantes con terraza, entre ellos el Samukele, especializado en cocina local.

En un pequeño entorno verde, no lejos del centro de la ciudad y de las Cataratas Victoria, con sus dos piscinas, dos restaurantes y 27 habitaciones con gigantescas duchas italianas, Batonka goza de una muy buena reputación. Al entrar en el recinto, se comprende rápidamente por qué: dos años después de su inauguración, en 2018, se inauguró una ampliación. Aquí, cada detalle ha sido cuidadosamente pensado, la decoración es particularmente refinada y el cliente es mimado. Una hermosa dirección para aquellos que aman el lujo exento de su lado a veces escandaloso.

Clevers (antes Norma Jeane's) Lake View Resort dispone de una amplia gama de alojamientos entre los que elegir. Desde pequeños presupuestos a grandes, la elección es variada y nada se deja al azar, cada detalle ha sido pensado para la comodidad de los visitantes. El camping y las instalaciones sanitarias son especialmente limpias y agradables. Desde los chalés hasta las habitaciones del hotel y el restaurante, la vista del lago está en todas partes, y el mobiliario y la decoración son de puro estilo inglés. Por la noche, el chef ofrece una comida completa muy satisfactoria.

Imba Matombo (que en shona significa "casa de piedra") es un lugar exclusivo y apartado encaramado en una colina en el corazón de Glen Lorne, con vistas a las colinas de Domboshawa y al bosque de Gletwyn. Todas las habitaciones son amplias y confortables y tienen balcón. Imba Matombo cuenta con un amplio y hermoso jardín, una pista de tenis, una hermosa piscina al aire libre y un gimnasio, así como una mesa de billar para los menos atléticos. Acogida amable y profesional y restaurante asequible. Muy buena relación calidad-precio.

El encanto de este pequeño hotel procede tanto de su ambiente como de sus propietarios. Hay una amplia gama de habitaciones para elegir: habitaciones individuales y dobles, un anexo de una sola planta con techo de paja con una cama doble y dos individuales, y un piso para ocho personas con cocina y baño. La acogida es calurosa y el hotel está a un paseo del centro de la ciudad y bien situado en una zona tranquila. Hay una pequeña piscina para refrescarse en los días calurosos. El restaurante ofrece una selección de platos europeos, africanos y latinoamericanos.