Metz, capital de Lorena y de la ciruela Mirabelle, es una ciudad polifacética que hará las delicias de los amantes del ocio, la cultura y la naturaleza Esta ciudad de 230.000 habitantes está rodeada de verdor, con el Monte Saint-Quentin (clasificado Natura 2000) al norte, y el lago Saulcy en el centro. Es una ciudad con historia: Metz ya existía hace tres mil años en el emplazamiento actual del Museo de la Cour d' Or (fundado en las antiguas termas) y de la plaza Jeanne-d'Arc. En la época galo-romana, era una poderosa ciudad llamada Divodurum. Por último, como podrán leer en una guía turística de Metz, los amantes de la arquitectura no se quedarán atrás si pasean entre la estación y la avenida Foch. Se maravillarán ante la catedral de Saint-Etienne, apodada la "linterna de Dios" por sus vidrieras (algunas de las cuales fueron realizadas por Chagall). En cuanto a cultura, la ciudad lo tiene todo El Centro Pompidou,la Ópera-Teatro y el Museo Cour d'Or son algunas de las atracciones imprescindibles para los amantes del arte. Pero Metz también ofrece una gran variedad de actividades de ocio y excursiones, una amplia oferta de bares, restaurantes y tiendas, y su centro está atravesado por una zona peatonal. La circulación es fluida y podrá desplazarse por la ciudad gracias a la red Mettis. Metz es un gran lugar para vivir.