La plaza de la Baleine es, sin duda, un pequeño paraíso en este infierno en el que puede convertirse el Vieux Lyon cuando está superpoblado y hay que elegir la terraza adecuada para sentarse. Desde hace años, nos dejamos hechizar por esta plaza y de una marca que cumple con maestría todas sus promesas. La terraza sobre adoquines ofrece las imágenes más bellas de los edificios renacentistas y se aprecia la gran eficacia y la sonrisa natural del equipo dirigido por Clémentine y Lionel. El comedor no se queda atrás, con sus paredes rojas, sus bellas pinturas y su aspecto rústico y chic que se extiende hasta los aseos, entre los más originales de la ciudad. Con el ambiente, la decoración y su personal eficiente y sonriente, lo único que queda es disfrutar. Por supuesto, la estrella es la carne: carpaccio de ternera, pesto de albahaca, parmesano y mesclun, sabrosos tartar, incluyendo uno creado por el chef Gregory Cuilleron. La carne es de calidad, desde el solomillo Herdshire, la famosa costilla de un kilo de carne de ternera, pasando por la hamburguesa casera. Y entre las especialidades lionesas: quenelle de lucio artesanal, andouillette Bobosse colgado o andouillette crujiente asado al horno. En la pizarra, el menú diario está compuesto por buenos productos de temporada. También hay postres caseros y una carta de vinos para acompañarlo todo. El Maître Boeuf está entre nuestros restaurantes recomendados.
Je recommande et nous reviendrons avec plaisir